miércoles, 21 de diciembre de 2011
martes, 6 de diciembre de 2011
VALORES ASOCIADOS AL VALOR VERDAD (DICIEMBRE)
DICIEMBRE MES DE LA INTEGRIDAD
ORGANIZACIÓN SRI SATHYA SAI BABA ARGENTINA
2011 AÑO DE LA VERDAD
DICIEMBRE MES DE LA INTEGRIDAD
OM SAI RAM
Recordemos las virtudes propuestas cada mes en el año de la Verdad, para profundizar su práctica en toda la Organización, como una manera de tener una visión de conjunto que nos permita cerrar el año, revisando lo que hemos hecho para que brille en nosotros cada día más la Verdad que somos.
Marzo: AUTOCONOCIMIENTO - Abril: DISCERNIMIENTO - Mayo: H0NESTIDAD - Junio: COHERENCIA - Julio: SINCERIDAD - Agosto: BUSQUEDA - Septiembre: TRANSPARENCIA
Octubre: CONFIABILIDAD -Noviembre: HUMILDAD - Diciembre: INTEGRIDAD
Para diciembre proponemos que en todos los centros y grupos de la OSSSBA se haga un esfuerzo especial para trabajar la virtud de la INTEGRIDAD, a través de círculos de estudio y talleres y que todos los hermanos se esfuercen para vivir esta virtud de una manera muy especial.
En adjunto enviamos textos, canciones, cuentos, sentencias y otros materiales sobre la Integridad para ayudar al trabajo a los facilitadores.
Con mucho amor
Area Nacional de Educación
ORGANIZACIÓN SRI SATHYA SAI BABA ARGENTINA
2011 AÑO DE LA VERDAD
DICIEMBRE MES DE LA INTEGRIDAD
La integridad personal es un valor que requiere mucho valor
Sai Baba, Divino Discurso del 2/6/90
La moralidad y la integridad son dos moradas de lo Divino Solo la moralidad y la integridad dan derecho al hombre a ser respetado. Los estudiantes deben alimentar las cualidades humanas. Sólo adhiriendo a la senda espiritual, las cualidades humanas pueden ser promovidas. Ellas no florecerán en otras condiciones. Una semilla germinará y se convertirá en una planta únicamente si se la siembra en terreno adecuado y se la riega.
No crecerá en una lata; allí se pudrirá.
La moralidad y la integridad sólo pueden crecer en la mente humana. La moralidad es el soporte de todas las cualidades humanas.
La buena conducta se funda en la moral. La moralidad eleva al hombre a la etapa más alta. Bharat ha enseñado a todas las naciones a sostener la grandeza de la moralidad basada en la espiritualidad. La moralidad y la integridad son las moradas reales y eternas de lo Divino. Lo que la nación necesita hoy es moralidad. La moralidad debe ser considerada como un requisito primordial en todos los lugares y en todos los tiempos.
Sai Baba, Divino Discurso del 13/9/97
El hombre está regido por la moralidad. En todos los países la moralidad y la integridad deberían ser como el aliento vital. Solo cuando los hombres se adhieran a la moralidad, los ideales humanos como la fraternidad, la igualdad y la libertad se volverán significativos en la vida cotidiana. Debido a que los valores morales se pasan por alto, hoy la sociedad se ve acosada por el desorden y la inquietud. El mundo encontrará alivio de la violencia solo cuando el progreso de la ciencia y la tecnología estén acompañados en igual medida por el desarrollo de los valores éticos y espirituales.
Sai Baba, Divino Discurso 31/12/79.
El Bhagavad Gita es un arca del tesoro de enseñanzas sublimes de un valor espiritual perenne. Los jóvenes estudiantes han de rumiarlas y contemplarlas y, también, ponerlas en práctica. Tenemos que producir un renacimiento espiritual en Bharat. La falta de integridad y de moralidad representan las causas de la ruina del mundo moderno. El hombre no vive solamente de pan. Siempre hemos de recordar que el dinero viene y se va, en tanto que la moralidad llega y crece. Espero que habrán de seguir al menos algunas de las nobles enseñanzas del Gita y que irán por la senda de la moralidad y la integridad. Le doy fin a mi discurso con bendiciones para todos ustedes.
Concepto de INTEGRIDAD
Vida en concordancia con nuestro estado de conciencia más elevado. La integridad personal requiere valor.
En una sociedad donde se pierden los valores y crece la desconfianza, la integridad es un desafío impresionante en los negocios, la familia, el estado y la Sociedad en general.
La palabra “integridad” implica rectitud, bondad, honradez, intachabilidad; alguien en quien se puede confiar; sin mezcla extraña; lo que dice significa eso: lo que dijo; cuando hace una promesa tiene la intención de cumplirla.
Continuamente creamos nuestra realidad a través de las elecciones que hacemos, momento a momento -creando y manteniendo la armonía al seguir nuestra conciencia y actuar por el bien más elevado.
Estamos siendo valientes cuando vivimos de acuerdo a nuestra conciencia cuando sería fácil esconder de los otros que no estamos siguiendo nuestra conciencia. Es más cómodo deslizarse hacia abajo por la colina de la vida, manteniendo o divagando en nuestro estado de conciencia actual, que seguir las escaladas algunas veces duras del camino de lo que sabemos es correcto
La recompensa de enriquecer continuamente nuestra integridad personal es que nos volvemos más concientes de nuestra naturaleza armónica, de nuestra “chispa” divina.
Al vivir con integridad personal los demás se dan cuenta que pueden confiar en nosotros -nos convertimos en un amigo digno de confianza- un valor para nuestra familia del mundo.
Cuando integramos personalmente nuestra conciencia más elevada en nuestra vida diaria, en nuestras acciones cotidianas, tenemos mayor capacidad para disfrutar la felicidad y la armonía.
Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o. Eso es lo que significa integridad: sin grietas.
(Web: Boletín Pagina de la Vida)
Cuento
En el último invierno, un mesero mal remunerado, encontró en el
aparcamiento del restaurante donde trabaja, una maleta abandonada
conteniendo dinero, tarjetas de crédito y chequeras, nadie lo vio
encontrar la maleta ni tampoco colocarla en su coche la madrugada de
aquel día. Sin embargo, él sabía lo que estaba haciendo.
Llevó la maleta a su casa, la abrió para saber quién era su dueño,
al día siguiente después de hacer varias llamadas por teléfono,
encontró al afligido dueño, le devolvió su maleta que contenía casi
70.000 en efectivo!.
El caso más sorprendente del mesero, fue cuando tuvo que afrontar a
sus colegas y amigos, burlándose y poniéndole en ridículo por tal
acción. Durante toda la semana siguiente, él fue llamado de todo
tipo de nombres humillantes. Todo eso porque él tenía una gran
calidad, que debería haber sido elogiada. La calidad
llamada “integridad” puede ser definida como: “calidad de íntegro,
honrado y digno de toda confianza”.
Citas bíblicas
En el libro de Proverbios 11, el rey Salomón dice:
“La integridad guía a los rectos”. (verso 1)
“Su integridad los guiará (verso 3).
“Su integridad enderezará su camino (verso 5).
“Su integridad los librará (verso 6).
“Su integridad lo libertará (verso 8).
David, salmo 25, verso 21.
“Que la integridad y la rectitud me guarden, porque en tí Señor
espero”
Canción: Salmo 26, Rey David
2011 AÑO DE LA VERDAD
DICIEMBRE MES DE LA INTEGRIDAD
La integridad personal es un valor que requiere mucho valor
Sai Baba, Divino Discurso del 2/6/90
La moralidad y la integridad son dos moradas de lo Divino Solo la moralidad y la integridad dan derecho al hombre a ser respetado. Los estudiantes deben alimentar las cualidades humanas. Sólo adhiriendo a la senda espiritual, las cualidades humanas pueden ser promovidas. Ellas no florecerán en otras condiciones. Una semilla germinará y se convertirá en una planta únicamente si se la siembra en terreno adecuado y se la riega.
No crecerá en una lata; allí se pudrirá.
La moralidad y la integridad sólo pueden crecer en la mente humana. La moralidad es el soporte de todas las cualidades humanas.
La buena conducta se funda en la moral. La moralidad eleva al hombre a la etapa más alta. Bharat ha enseñado a todas las naciones a sostener la grandeza de la moralidad basada en la espiritualidad. La moralidad y la integridad son las moradas reales y eternas de lo Divino. Lo que la nación necesita hoy es moralidad. La moralidad debe ser considerada como un requisito primordial en todos los lugares y en todos los tiempos.
Sai Baba, Divino Discurso del 13/9/97
El hombre está regido por la moralidad. En todos los países la moralidad y la integridad deberían ser como el aliento vital. Solo cuando los hombres se adhieran a la moralidad, los ideales humanos como la fraternidad, la igualdad y la libertad se volverán significativos en la vida cotidiana. Debido a que los valores morales se pasan por alto, hoy la sociedad se ve acosada por el desorden y la inquietud. El mundo encontrará alivio de la violencia solo cuando el progreso de la ciencia y la tecnología estén acompañados en igual medida por el desarrollo de los valores éticos y espirituales.
Sai Baba, Divino Discurso 31/12/79.
El Bhagavad Gita es un arca del tesoro de enseñanzas sublimes de un valor espiritual perenne. Los jóvenes estudiantes han de rumiarlas y contemplarlas y, también, ponerlas en práctica. Tenemos que producir un renacimiento espiritual en Bharat. La falta de integridad y de moralidad representan las causas de la ruina del mundo moderno. El hombre no vive solamente de pan. Siempre hemos de recordar que el dinero viene y se va, en tanto que la moralidad llega y crece. Espero que habrán de seguir al menos algunas de las nobles enseñanzas del Gita y que irán por la senda de la moralidad y la integridad. Le doy fin a mi discurso con bendiciones para todos ustedes.
Concepto de INTEGRIDAD
Vida en concordancia con nuestro estado de conciencia más elevado. La integridad personal requiere valor.
En una sociedad donde se pierden los valores y crece la desconfianza, la integridad es un desafío impresionante en los negocios, la familia, el estado y la Sociedad en general.
La palabra “integridad” implica rectitud, bondad, honradez, intachabilidad; alguien en quien se puede confiar; sin mezcla extraña; lo que dice significa eso: lo que dijo; cuando hace una promesa tiene la intención de cumplirla.
Continuamente creamos nuestra realidad a través de las elecciones que hacemos, momento a momento -creando y manteniendo la armonía al seguir nuestra conciencia y actuar por el bien más elevado.
Estamos siendo valientes cuando vivimos de acuerdo a nuestra conciencia cuando sería fácil esconder de los otros que no estamos siguiendo nuestra conciencia. Es más cómodo deslizarse hacia abajo por la colina de la vida, manteniendo o divagando en nuestro estado de conciencia actual, que seguir las escaladas algunas veces duras del camino de lo que sabemos es correcto
La recompensa de enriquecer continuamente nuestra integridad personal es que nos volvemos más concientes de nuestra naturaleza armónica, de nuestra “chispa” divina.
Al vivir con integridad personal los demás se dan cuenta que pueden confiar en nosotros -nos convertimos en un amigo digno de confianza- un valor para nuestra familia del mundo.
Cuando integramos personalmente nuestra conciencia más elevada en nuestra vida diaria, en nuestras acciones cotidianas, tenemos mayor capacidad para disfrutar la felicidad y la armonía.
Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o. Eso es lo que significa integridad: sin grietas.
(Web: Boletín Pagina de la Vida)
Cuento
En el último invierno, un mesero mal remunerado, encontró en el
aparcamiento del restaurante donde trabaja, una maleta abandonada
conteniendo dinero, tarjetas de crédito y chequeras, nadie lo vio
encontrar la maleta ni tampoco colocarla en su coche la madrugada de
aquel día. Sin embargo, él sabía lo que estaba haciendo.
Llevó la maleta a su casa, la abrió para saber quién era su dueño,
al día siguiente después de hacer varias llamadas por teléfono,
encontró al afligido dueño, le devolvió su maleta que contenía casi
70.000 en efectivo!.
El caso más sorprendente del mesero, fue cuando tuvo que afrontar a
sus colegas y amigos, burlándose y poniéndole en ridículo por tal
acción. Durante toda la semana siguiente, él fue llamado de todo
tipo de nombres humillantes. Todo eso porque él tenía una gran
calidad, que debería haber sido elogiada. La calidad
llamada “integridad” puede ser definida como: “calidad de íntegro,
honrado y digno de toda confianza”.
Citas bíblicas
En el libro de Proverbios 11, el rey Salomón dice:
“La integridad guía a los rectos”. (verso 1)
“Su integridad los guiará (verso 3).
“Su integridad enderezará su camino (verso 5).
“Su integridad los librará (verso 6).
“Su integridad lo libertará (verso 8).
David, salmo 25, verso 21.
“Que la integridad y la rectitud me guarden, porque en tí Señor
espero”
Canción: Salmo 26, Rey David
1. Jehová, mi Dios, te ruego júzgame.
En ti confío yo, bien sabes que soy fiel.
Observa tú mi mente y corazón;
delante de ti están, refínalos, Señor.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
En ti confío yo, bien sabes que soy fiel.
Observa tú mi mente y corazón;
delante de ti están, refínalos, Señor.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
2. Mi amistad al falso nunca di,
al hombre desleal yo siempre aborrecí.
La vida no me vayas a quitar
igual que al pecador que ama la maldad.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
al hombre desleal yo siempre aborrecí.
La vida no me vayas a quitar
igual que al pecador que ama la maldad.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
3. Tu casa es lo que más quiero yo,
a ella correré buscando tu favor.
Y marcharé en torno de tu altar;
agradecido a ti, mi voz te cantará.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
a ella correré buscando tu favor.
Y marcharé en torno de tu altar;
agradecido a ti, mi voz te cantará.
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
Poema SI
El siguiente poema de Rudyard Kipling es una enseñanza completa de lo que es la integridad. Me imagino a cualquier padre impartiendo una sabiduría perenne a su pequeño hijo sentado en sus rodillas cada vez que lo releo. He descubierto algunas verdades en muchos de los exquisitos consejos que Kipling dió a su hijo, pero también el trabajo en su aplicación respecto a mi vida.
Si puedes tener calma cuando en tu derredor
todo el mundo la pierde y a ti te culpa de ello;
si cuando de ti dudan puedes tener fe en ti,
pero también excusas la desconfianza de otros;
Si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o siendo calumniado, no esgrimes la calumnia,
o siendo aborrecido, el odio en ti no acoges,
y con todo no pecas de bueno o sentencioso;
Si puedes ensoñar sin rendirte a los sueños,
o pensar sin hacer del pensamiento meta;
si puedes arrastrar el triunfo y el desastre
tratando de igual modo a entrambos impostores;
Si puedes soportar que la verdad que has dicho
se trunque en bocas viles en trampa para bobos,
o ver hecha pedazos la ilusión de tu vida,
e inclinarte a rehacerla con recursos maltrechos;
Si en un montón juntando tus cuantiosas ganancias,
jugarlas todas puedes a un simple cara o cruz,
y perderlas, y luego volver a comenzar,
y jamás una frase decir de lo que pierdes;
Si puedes obligar al corazón y al nervio
y al músculo a servirte, aun después de extenuados,
y perseveras aunque ya nada quede de ti,
salvo la voluntad que le dices “¡Adelante!”;
Si puedes con la plebe tratar sin menoscabo,
o alternar con monarcas sin romper con el vulgo;
si no pueden herirte ni amigos ni enemigos;
si a todos consideras, mas nunca en demasía;
Si el minuto implacable puedes avalorar
con sesenta segundos de avance en tu jornada,
tuyo es el mundo y todo lo que en el mundo existe,
y, más aún, serás todo un hombre, ¡hijo mío!
Las magnificas ideas que encierran estos cuarenta versos me han ayudado a tratar de ser una mejor persona cada día. Me inspira la idea de poder tener el discernimiento apropiado para lograr mantenerme con integridad en este loco mundo en que vivimos, a pensar que debo vivir mi vida y ser yo mismo sin depender de lo que opinen los demás, me ayuda a reconocer la hipocresía, para darme cuenta cuanto me desagrada, me enseña también a ser buen perdedor y saber que un fracaso no es el fin de todo, que siempre se puede volver a empezar y además con una nueva vivencia y enseñanza en nuestro interior. He aprendido a dejar de emitir juicios basándome en los éxitos o fracasos de los demás, o en su apariencia física, religión o costumbres, y trato de ver la manifestación de la Luz en todas las personas, me gusta saber que vivo según me dicta la conciencia, y no necesito ir demostrando quién soy para que se me reconozca el lugar que me corresponde.
Todo esto lo veo en este poema, como Kipling le dice; si puedes hacer todo esto, “tuyo es el mundo y todo lo que en el mundo existe, y más aún, serás todo un hombre, ¡hijo mío!” Esta fue su forma de decir a su hijo que la integridad significa ser uno mismo… y tu conciencia.
Beneficios de la integridad en los adultos
- Congruencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y se vive.
- Responsabilidad con respecto a los seres queridos y personas que han depositado la confianza en el adulto.
- Construcción de empresas e instituciones más transparentes, honestas y productivas.
- Mejor ejemplo de vida ética para la familia, especialmente para con los hijos.
- Sentimiento propio de satisfacción por estar acorde con los principios éticos y morales universales.
- Mayor inclinación a una vida espiritual, basada en su orientación hacia lo bueno.
- Aumento de confianza y responsabilidad de parte de otros, gracias al buen testimonio de vida.
- En talleres deben realizarse análisis del tema en cuestión, que entrenen al adulto en la pérdida moral que implica no ser íntegro, y cómo nuestra vida podría ser mejor viviendo en la mayor integridad posible.
El siguiente poema de Rudyard Kipling es una enseñanza completa de lo que es la integridad. Me imagino a cualquier padre impartiendo una sabiduría perenne a su pequeño hijo sentado en sus rodillas cada vez que lo releo. He descubierto algunas verdades en muchos de los exquisitos consejos que Kipling dió a su hijo, pero también el trabajo en su aplicación respecto a mi vida.
Si puedes tener calma cuando en tu derredor
todo el mundo la pierde y a ti te culpa de ello;
si cuando de ti dudan puedes tener fe en ti,
pero también excusas la desconfianza de otros;
Si puedes esperar sin cansarte en la espera,
o siendo calumniado, no esgrimes la calumnia,
o siendo aborrecido, el odio en ti no acoges,
y con todo no pecas de bueno o sentencioso;
Si puedes ensoñar sin rendirte a los sueños,
o pensar sin hacer del pensamiento meta;
si puedes arrastrar el triunfo y el desastre
tratando de igual modo a entrambos impostores;
Si puedes soportar que la verdad que has dicho
se trunque en bocas viles en trampa para bobos,
o ver hecha pedazos la ilusión de tu vida,
e inclinarte a rehacerla con recursos maltrechos;
Si en un montón juntando tus cuantiosas ganancias,
jugarlas todas puedes a un simple cara o cruz,
y perderlas, y luego volver a comenzar,
y jamás una frase decir de lo que pierdes;
Si puedes obligar al corazón y al nervio
y al músculo a servirte, aun después de extenuados,
y perseveras aunque ya nada quede de ti,
salvo la voluntad que le dices “¡Adelante!”;
Si puedes con la plebe tratar sin menoscabo,
o alternar con monarcas sin romper con el vulgo;
si no pueden herirte ni amigos ni enemigos;
si a todos consideras, mas nunca en demasía;
Si el minuto implacable puedes avalorar
con sesenta segundos de avance en tu jornada,
tuyo es el mundo y todo lo que en el mundo existe,
y, más aún, serás todo un hombre, ¡hijo mío!
Las magnificas ideas que encierran estos cuarenta versos me han ayudado a tratar de ser una mejor persona cada día. Me inspira la idea de poder tener el discernimiento apropiado para lograr mantenerme con integridad en este loco mundo en que vivimos, a pensar que debo vivir mi vida y ser yo mismo sin depender de lo que opinen los demás, me ayuda a reconocer la hipocresía, para darme cuenta cuanto me desagrada, me enseña también a ser buen perdedor y saber que un fracaso no es el fin de todo, que siempre se puede volver a empezar y además con una nueva vivencia y enseñanza en nuestro interior. He aprendido a dejar de emitir juicios basándome en los éxitos o fracasos de los demás, o en su apariencia física, religión o costumbres, y trato de ver la manifestación de la Luz en todas las personas, me gusta saber que vivo según me dicta la conciencia, y no necesito ir demostrando quién soy para que se me reconozca el lugar que me corresponde.
Todo esto lo veo en este poema, como Kipling le dice; si puedes hacer todo esto, “tuyo es el mundo y todo lo que en el mundo existe, y más aún, serás todo un hombre, ¡hijo mío!” Esta fue su forma de decir a su hijo que la integridad significa ser uno mismo… y tu conciencia.
Beneficios de la integridad en los adultos
- Congruencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y se vive.
- Responsabilidad con respecto a los seres queridos y personas que han depositado la confianza en el adulto.
- Construcción de empresas e instituciones más transparentes, honestas y productivas.
- Mejor ejemplo de vida ética para la familia, especialmente para con los hijos.
- Sentimiento propio de satisfacción por estar acorde con los principios éticos y morales universales.
- Mayor inclinación a una vida espiritual, basada en su orientación hacia lo bueno.
- Aumento de confianza y responsabilidad de parte de otros, gracias al buen testimonio de vida.
- En talleres deben realizarse análisis del tema en cuestión, que entrenen al adulto en la pérdida moral que implica no ser íntegro, y cómo nuestra vida podría ser mejor viviendo en la mayor integridad posible.
Material de lectura
Lina Cristiano-
La integridad y el valor de la palabra en concordancia con los actos.
A través de la palabra y de nuestros actos, revelamos si somos íntegros o no. La seriedad, honestidad y responsabilidad con lo que decimos y hacemos refleja nuestra Integridad.
Para relacionarnos en todos los ámbitos de nuestra vida, LA INTEGRIDAD es un principio fundamental, ser íntegro, “decir la verdad”, hacer lo que se dice que se hará, cumplir la palabra dada, ser responsables y honestos con lo que decimos que haremos, decir la verdad en toda situación o circunstancia, cualquiera que sea. Sin embargo, si no somos íntegros con nosotros mismos, si no somos claros, responsables y honestos primero con nosotros mismos, no podremos serlo con los demás.
Por las más diversas y hasta creativas razones y justificaciones, se aprende a mentir, a incumplir las promesas y los compromisos adquiridos, a no respetar los acuerdos, a no ser fieles a lo que hemos dicho, a ser ligeros con lo que decimos, hasta el punto de olvidar que lo dijimos, o modificarlo autocráticamente en el camino, todo lo cual denota irresponsabilidad y falta de integridad. Si queremos vivir con integridad, necesitamos ser más serios y exigentes con nuestra palabra y con la de los demás, prestar más atención a lo que decimos, confirmar si realmente se corresponde con lo que haremos, para luego asumir el compromiso de cumplirlo, de otro modo, perderemos credibilidad y confiabilidad ante nosotros mismos, y ante los demás. El incumplimiento de la palabra es un acto de violencia, la desconsideración, la deshonestidad, no hacer lo que se dice, la impuntualidad, incumplir los acuerdos, son actos hostiles, que resultan una burla y una falta de respeto hacia los demás, que comprometen nuestra seriedad e integridad personal, y además fomentan el conflicto y la discordia.
A todos nos tranquiliza y nos hace sentir confiados, estar ó relacionarse con alguien que hace lo que dice, que está comprometido con su palabra y la honra cumpliéndola, alguien que cumple lo que dice que hará, sea lo que sea, y en caso de que realmente no vaya a poder hacerlo, lo comunica con tiempo y se disculpa por su incumplimiento. Cuando alguien actúa así, transmite seguridad y confianza, factores clave para una relación sana en cualquier ámbito. La práctica de la Integridad es el gran promotor de la armonía, la claridad, la unión y la honra, hacia nosotros mismos y hacia los demás, por otro lado, siempre hallaremos la falta de integridad en la raíz del conflicto, los inconvenientes y la discordia en nuestras relaciones, incluyendo la relación que tenemos con nosotros mismos.
La integridad es el factor esencial de las relaciones sanas, pacíficas, nutricias y productivas.
La verdad es que, vivir con Integridad, ser íntegros con nosotros mismos y con los demás, nos ahorraría una gran parte de las molestias e inconvenientes que tenemos en la cotidianidad y en nuestras relaciones de toda índole. La falta de integridad es una fuerza venenosa de destrucción en la vida personal, social, laboral y empresarial, que solo conlleva energía desperdiciada, y dificultades que tarde o temprano salen a la luz para llamarnos al botón. Ser responsables con nosotros mismos y con los demás, involucra inevitablemente ser íntegros, lo cual significa ser auténtico con nosotros mismos, ser auténtico con los demás, y hacer lo que decimos que haremos.
Todo el tiempo dejamos huellas en nuestro paso por la vida, en nuestra propia vida, en la vida de los que nos rodean, y en la vida de todo aquel con quien tenemos contacto. La calidad de las huellas que dejamos, depende de lo que decimos y de lo que hacemos, del modo en que nos conducimos; y, la repercusión de esas huellas, afecta impredeciblemente tanto la vida de otros como la nuestra. Las huellas que dejamos, son como una onda expansiva que puede tener efectos positivos ó negativos. No siempre podemos medir el alcance y repercusión de nuestros actos, por eso contamos con la evidencia de los resultados que se nos presentan en la experiencia cotidiana, para que nos demos cuenta, nos responsabilicemos, evaluemos y midamos las consecuencias de nuestros actos.
Constantemente nos manifestamos al mundo a través de múltiples expresiones, entre ellas la palabra, aunque en muchos casos, y esperemos que sean cada vez menos, nos encontraremos con la evidencia de que, cuando se actúa sin integridad, las palabras y los hechos no concuerdan, se dice una cosa y se hace otra, en esos casos, es definitivo que, los hechos marcan pauta ante las palabras. Lo más revelador acerca de quienes somos, es la vida que tenemos, lo que hemos hecho y hacemos en nuestra vida, lo que hacemos con nosotros mismos y de nosotros mismos, el modo en que nos conducimos, es justamente esto lo que produce los resultados que obtenemos, estos son los hechos que transmiten quienes elegimos ser, además de que, reflejan cuáles son nuestros valores y principios de vida.
Los valores y principios de la persona son los que determinan como actúa, bajo qué directrices y parámetros dirige su vida y se conduce a sí mismo, lo que elige, cómo se relaciona y con quien se relaciona, su estilo de vida, el modo en que vive, el modo en que maneja sus asuntos, sus prioridades, sus intereses, en qué ha centrado y centra su vida, y porqué.
Para reflexionar un poco más, un párrafo alusivo a éste tema, tomado del libro “Un día mi alma simplemente se abrió” de IYANLA VANZANT : “ ….. Debes aprender a escuchar lo que la gente HACE, no lo que la gente dice ”…..”. Observa su vida, la gente revela quien es a través de la vida que tiene, a través de lo que ha hecho y hace en su vida, lo revela con hechos a través de sus hábitos, de su comportamiento y conducta, a través de lo que elige HACER. “…. Las palabras de las personas no siempre están sustentadas por hechos, a veces demuestran que lo que dicen son sólo palabras…..”, y en ese caso, no sabrás si creer ó no en ellos, no son confiables, carecen de credibilidad, no son íntegros, sin embargo, remítete a los hechos, mira su vida, mira lo que hace consigo mismo y con los demás, mira como se conducen, eso es lo que finalmente revelará la auténtica Verdad ….
La integridad y el valor de la palabra en concordancia con los actos.
A través de la palabra y de nuestros actos, revelamos si somos íntegros o no. La seriedad, honestidad y responsabilidad con lo que decimos y hacemos refleja nuestra Integridad.
Para relacionarnos en todos los ámbitos de nuestra vida, LA INTEGRIDAD es un principio fundamental, ser íntegro, “decir la verdad”, hacer lo que se dice que se hará, cumplir la palabra dada, ser responsables y honestos con lo que decimos que haremos, decir la verdad en toda situación o circunstancia, cualquiera que sea. Sin embargo, si no somos íntegros con nosotros mismos, si no somos claros, responsables y honestos primero con nosotros mismos, no podremos serlo con los demás.
Por las más diversas y hasta creativas razones y justificaciones, se aprende a mentir, a incumplir las promesas y los compromisos adquiridos, a no respetar los acuerdos, a no ser fieles a lo que hemos dicho, a ser ligeros con lo que decimos, hasta el punto de olvidar que lo dijimos, o modificarlo autocráticamente en el camino, todo lo cual denota irresponsabilidad y falta de integridad. Si queremos vivir con integridad, necesitamos ser más serios y exigentes con nuestra palabra y con la de los demás, prestar más atención a lo que decimos, confirmar si realmente se corresponde con lo que haremos, para luego asumir el compromiso de cumplirlo, de otro modo, perderemos credibilidad y confiabilidad ante nosotros mismos, y ante los demás. El incumplimiento de la palabra es un acto de violencia, la desconsideración, la deshonestidad, no hacer lo que se dice, la impuntualidad, incumplir los acuerdos, son actos hostiles, que resultan una burla y una falta de respeto hacia los demás, que comprometen nuestra seriedad e integridad personal, y además fomentan el conflicto y la discordia.
A todos nos tranquiliza y nos hace sentir confiados, estar ó relacionarse con alguien que hace lo que dice, que está comprometido con su palabra y la honra cumpliéndola, alguien que cumple lo que dice que hará, sea lo que sea, y en caso de que realmente no vaya a poder hacerlo, lo comunica con tiempo y se disculpa por su incumplimiento. Cuando alguien actúa así, transmite seguridad y confianza, factores clave para una relación sana en cualquier ámbito. La práctica de la Integridad es el gran promotor de la armonía, la claridad, la unión y la honra, hacia nosotros mismos y hacia los demás, por otro lado, siempre hallaremos la falta de integridad en la raíz del conflicto, los inconvenientes y la discordia en nuestras relaciones, incluyendo la relación que tenemos con nosotros mismos.
La integridad es el factor esencial de las relaciones sanas, pacíficas, nutricias y productivas.
La verdad es que, vivir con Integridad, ser íntegros con nosotros mismos y con los demás, nos ahorraría una gran parte de las molestias e inconvenientes que tenemos en la cotidianidad y en nuestras relaciones de toda índole. La falta de integridad es una fuerza venenosa de destrucción en la vida personal, social, laboral y empresarial, que solo conlleva energía desperdiciada, y dificultades que tarde o temprano salen a la luz para llamarnos al botón. Ser responsables con nosotros mismos y con los demás, involucra inevitablemente ser íntegros, lo cual significa ser auténtico con nosotros mismos, ser auténtico con los demás, y hacer lo que decimos que haremos.
Todo el tiempo dejamos huellas en nuestro paso por la vida, en nuestra propia vida, en la vida de los que nos rodean, y en la vida de todo aquel con quien tenemos contacto. La calidad de las huellas que dejamos, depende de lo que decimos y de lo que hacemos, del modo en que nos conducimos; y, la repercusión de esas huellas, afecta impredeciblemente tanto la vida de otros como la nuestra. Las huellas que dejamos, son como una onda expansiva que puede tener efectos positivos ó negativos. No siempre podemos medir el alcance y repercusión de nuestros actos, por eso contamos con la evidencia de los resultados que se nos presentan en la experiencia cotidiana, para que nos demos cuenta, nos responsabilicemos, evaluemos y midamos las consecuencias de nuestros actos.
Constantemente nos manifestamos al mundo a través de múltiples expresiones, entre ellas la palabra, aunque en muchos casos, y esperemos que sean cada vez menos, nos encontraremos con la evidencia de que, cuando se actúa sin integridad, las palabras y los hechos no concuerdan, se dice una cosa y se hace otra, en esos casos, es definitivo que, los hechos marcan pauta ante las palabras. Lo más revelador acerca de quienes somos, es la vida que tenemos, lo que hemos hecho y hacemos en nuestra vida, lo que hacemos con nosotros mismos y de nosotros mismos, el modo en que nos conducimos, es justamente esto lo que produce los resultados que obtenemos, estos son los hechos que transmiten quienes elegimos ser, además de que, reflejan cuáles son nuestros valores y principios de vida.
Los valores y principios de la persona son los que determinan como actúa, bajo qué directrices y parámetros dirige su vida y se conduce a sí mismo, lo que elige, cómo se relaciona y con quien se relaciona, su estilo de vida, el modo en que vive, el modo en que maneja sus asuntos, sus prioridades, sus intereses, en qué ha centrado y centra su vida, y porqué.
Para reflexionar un poco más, un párrafo alusivo a éste tema, tomado del libro “Un día mi alma simplemente se abrió” de IYANLA VANZANT : “ ….. Debes aprender a escuchar lo que la gente HACE, no lo que la gente dice ”…..”. Observa su vida, la gente revela quien es a través de la vida que tiene, a través de lo que ha hecho y hace en su vida, lo revela con hechos a través de sus hábitos, de su comportamiento y conducta, a través de lo que elige HACER. “…. Las palabras de las personas no siempre están sustentadas por hechos, a veces demuestran que lo que dicen son sólo palabras…..”, y en ese caso, no sabrás si creer ó no en ellos, no son confiables, carecen de credibilidad, no son íntegros, sin embargo, remítete a los hechos, mira su vida, mira lo que hace consigo mismo y con los demás, mira como se conducen, eso es lo que finalmente revelará la auténtica Verdad ….
Diccionario
Tomado del Diccionario de la Lengua Española: Integritas- atis, Cualidad de íntegro. Adjetivo dicho de una persona: Recta, proba, intachable.
En la expresión popular se dice que algo es o está íntegro cuando aparece completo, es decir, no le hace falta nada y es aceptable como producto u objeto. Lo integridad se refiere a una capacidad o facultad en el individuo de actuar, pensar, sentir, en definitiva ser lo más completo posible. La integridad es uno de los valores más cercanos a la perfección, si acaso no es una de sus avenidas más directas. En este importante valor, tan extraño en la cotidianidad, confluyen otros valores que facilitan su vivencia y expresión: honestidad, rectitud, sinceridad, libertad, pureza, en fin, hacen a la persona digna de lo que es, lo que hace, así como confiable y ejemplo de vida para otros.
La integridad es de carácter total; no puede pensarse que un individuo sea íntegro en unas cosas, entretanto, en otras no, pues dicho valor no admite puntos intermedios para justificarse cuando se debe ser íntegro o no. Tampoco puede confundirse la honestidad con la integridad; en la primera, las personas no toman posesión de lo que no es suyo y demuestran buen cumplimiento de las normas sociales y reglas diversas de comportamiento y relaciones interpersonales. En la integridad la persona hace extensivo su comportamiento ético a todas las situaciones en las que se ve inmerso o participante. Por ejemplo: alguien muy honesto puede devolver algo (dinero, bien) que no es suyo, pero ser desleal a su cónyuge, familia o amigos (no ser íntegro)
De modo que podemos discernir como una gran parte de nuestra cultura, y los procesos en ella vivenciados están en su mayoría carentes de integridad.
En realidad, la integridad implica un buen grado de madurez en el nivel ético y espiritual, que conducen a la persona a actuar lo mejor posible en todas las circunstancias, pues este valor afecta positivamente a todo su entorno. Las personas íntegras son confiables, delegables, irradian y comparten sabiduría, y son además facilitadoras de las relaciones interpersonales.
La integridad es la respuesta a la doble moral que maneja la sociedad, donde las personas actúan de una manera relativa (a su conveniencia y acomodo), evitando todo tipo de compromiso serio con los demás, con la vida y con Dios. Doble moral que se caracteriza por ser bondadosa cuando se requiera (conveniencia), pero participa de actos denigrantes sin que otros se den cuenta de ello, por otra parte.
Tomado del Diccionario de la Lengua Española: Integritas- atis, Cualidad de íntegro. Adjetivo dicho de una persona: Recta, proba, intachable.
En la expresión popular se dice que algo es o está íntegro cuando aparece completo, es decir, no le hace falta nada y es aceptable como producto u objeto. Lo integridad se refiere a una capacidad o facultad en el individuo de actuar, pensar, sentir, en definitiva ser lo más completo posible. La integridad es uno de los valores más cercanos a la perfección, si acaso no es una de sus avenidas más directas. En este importante valor, tan extraño en la cotidianidad, confluyen otros valores que facilitan su vivencia y expresión: honestidad, rectitud, sinceridad, libertad, pureza, en fin, hacen a la persona digna de lo que es, lo que hace, así como confiable y ejemplo de vida para otros.
La integridad es de carácter total; no puede pensarse que un individuo sea íntegro en unas cosas, entretanto, en otras no, pues dicho valor no admite puntos intermedios para justificarse cuando se debe ser íntegro o no. Tampoco puede confundirse la honestidad con la integridad; en la primera, las personas no toman posesión de lo que no es suyo y demuestran buen cumplimiento de las normas sociales y reglas diversas de comportamiento y relaciones interpersonales. En la integridad la persona hace extensivo su comportamiento ético a todas las situaciones en las que se ve inmerso o participante. Por ejemplo: alguien muy honesto puede devolver algo (dinero, bien) que no es suyo, pero ser desleal a su cónyuge, familia o amigos (no ser íntegro)
De modo que podemos discernir como una gran parte de nuestra cultura, y los procesos en ella vivenciados están en su mayoría carentes de integridad.
En realidad, la integridad implica un buen grado de madurez en el nivel ético y espiritual, que conducen a la persona a actuar lo mejor posible en todas las circunstancias, pues este valor afecta positivamente a todo su entorno. Las personas íntegras son confiables, delegables, irradian y comparten sabiduría, y son además facilitadoras de las relaciones interpersonales.
La integridad es la respuesta a la doble moral que maneja la sociedad, donde las personas actúan de una manera relativa (a su conveniencia y acomodo), evitando todo tipo de compromiso serio con los demás, con la vida y con Dios. Doble moral que se caracteriza por ser bondadosa cuando se requiera (conveniencia), pero participa de actos denigrantes sin que otros se den cuenta de ello, por otra parte.
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