P O T E N T E E V I D E N C I A :

¿QUIÉN es Sai Baba?

Por R. D. Awle
Traducido por Arlette M. Meyer G.

¿QUIÉN es Baba?

Testimonio de los Maestros de la Edad Moderna

Una de las más grandes Santas de este siglo fue una mujer llamada Anandamoyi Ma (el nombre se traduce como ‘la Madre Llena de Bienaventuranza’). Hay una foto de ella de pie al lado de Paramahamsa Yogananda, en La Autobiografía De Un Yogui.) Ella era tan pura y llena de Dios que ella misma era considerada una Encarnación Divina: parecía no haber nada en ella sino Dios, y sus palabras eran la Verdad misma. De acuerdo con uno de sus más cercanos devotos occidentales, durante años se le preguntó a menudo, “¿Quién es este Sathya Sai Baba acerca del cual estamos oyendo?” Pero por muchos años ella nunca daba una respuesta. En el último año de su vida, sin embargo, la pregunta surgió de nuevo y esa vez ella dio la siguiente respuesta: “Este cuerpo hablará sobre este asunto sólo una vez; no vuelvan a preguntar. Sathya Sai Baba es la más poderosa encarnación de Dios que jamás haya venido a la Tierra. Y no habrá otra de Su nivel por sesenta siglos.”[1]

Este asombroso testimonio fue recientemente reforzado cuando fui a uno de los ashrams de Anandamoyi Ma en los Himalayas. Cuando yo compartí la cita anterior con un Swami allí[2] él dijo que Anandamoyi Ma entonces había añadido, “No deben maravillarse si siguen escuchando acerca de Sai Baba. ¡Él es el Avatar de este Yuga!” (Avatar significa Encarnación de Dios; un Yuga es una era que dura muchos miles de años.)

Otros Santos han dado testimonios similares. Poco antes de que dejara su cuerpo físico, una de sus cercanas discípulas americanas le preguntó a Paramahamsa Yogananda, “Maestro, dijo ella, yo sé que tú estás planeando dejar tu cuerpo. ¡Debes llevarme contigo! ¡Tú eres mi Dios!”

¡Tontería,” respondió Yogananda. “Dios es Dios; yo soy tu Gurú.”

“Pero Maestro, si te vas sin mí, cometeré suicidio!”

“¡Basta de tonterías! Dios Mismo está ahora encarnado sobre la Tierra, en la India del Sur. Su nombre es Sai Baba. Cuando yo los deje, tú irás a vivir con Él.” (Su predicción resultó correcta; después de la muerte de Yogananda, esa devota pasó el resto de su vida en el ashram de Sai Baba.)[3]

A Mata Amritanandamayi (también conocida como Ammachi), ella misma considerada una encarnación de la Divina Madre, se le preguntó una vez, “¿Quién es Sai Baba?” ella respondió: “Avatar, perfecto desde su nacimiento.”[4]

Al día siguiente del nacimiento de Sai Baba (Noviembre 23, 1926), Shri Aurobindo, otro gran Santo de este siglo, interrumpió un largo período de silencio para anunciar, “El veinticuatro de noviembre de 1926 fue el descenso de Krishna a lo físico. Un poder infalible conducirá el pensamiento, avivará en los corazones terrenales el Fuego Inmortal, hasta la multitud oirá la voz![5] Parece obvio en este punto que su anuncio de la reencarnación física de Krishna se estaba refiriendo al nacimiento de Sathya Sai Baba.

La Madre Krishnabai, la discípula autorrealizada de Swami Ramdas (el gran Santo de Kerala), le dijo a sus devotos, “Sai Baba es un Avatar, una encarnación completa de Krishna. ¡Él es Brahma, Vishnu y Shiva juntos en una sola forma!” Ella recomendó que pasaran todo el tiempo que pudieran en Su presencia.[6]

A Swami Satchidananda, el sabio iluminado que actualmente dirige el Anandashram en Kerala, se le preguntó recientemente acerca de las alegaciones en contra de Sai Baba. Él respondió, “Olvídenlo. ¡Él es Dios!”[7]

Karunamayi (también conocida como Vijayeshwari Devi, considerada por muchos como una encarnación viviente de la Diosa Sarasvati) recientemente le dijo a una de sus cercanas devotas, “Sai Baba y Amma (refiriéndose a sí misma) están ambos velando por ti”. ¡Aparentemente ella también sabe quién es Sai Baba!

Yogi Ramsuratkumar también afirmó claramente en numerosas ocasiones que Sai Baba es una encarnación de Dios. A menudo él les ha preguntado a visitantes del ashram de Baba, “¿Han dejado a Dios para ver a este mendigo?[8] (Desde luego, ese ‘mendigo’ estaba él mismo fundido en la Conciencia todopenetrante, la belleza de su logro sólo a la par de su humildad.)

A Shiva Balayogi, otro de los grandes Gurús del último siglo, se le preguntó acerca de Sai Baba. El respondió, “Sathya Sai Baba es un Avatar.”[9]

El Maestro El Morya y el Maestro Kuthumi, dos grandes Maestros Ascendidos detrás de la fundación del movimiento teosófico, también han declarado que Sai Baba es un Avatar. De acuerdo con el autor Howard Murphet, en el libro “The Light Will Set You Free” estos Maestros han afirmado, “El Avatar Sai Baba está llevando la conciencia divina al mundo de hoy.”[10]

Maitreya, el misterioso Maestro que ha estado apareciendo milagrosamente ante la gente en varios lugares alrededor del globo por las últimas dos décadas, ha dicho (a través de su vocero, Benjamín Creme) que él (Maitreya) es el Avatar planetario, mientras que Sai Baba es el Avatar Universal.[11]

Los testimonios de Gopalakrishna Baba, Devi Amma, “Little Heart” y Vasantha Sai aparecen más adelante en la website.

La Profecía de Mahoma

Como mencioné en la Parte 1, hay una profecía escrita por Mahoma que claramente predice la venida de Sathya Sai Baba. En God Descends to Earth, Sanjay Kant afirma:

De acuerdo con un artículo publicado en la revista “Two Worlds” de Londres, un escritor iraní fue irresistiblemente atraído hacia un enorme volumen en Teherán. Este libro, llamado “El Océano de Luz”, consta de 25 volúmenes. Se dice que es la colección de discursos del Profeta Mahoma. El volumen 13 de estos discursos es llamado “Mehedi Moud” en árabe, lo cual significa “El Gran Maestro que fue prometido”.[12]

La detallada descripción que da Mahoma de este “Gran Maestro” y del “Maestro del Mundo” se ajusta perfectamente a la de Sathya Sai Baba: “Su pelo será profuso. Habrá un espacio entre Sus dientes delanteros. Él tendrá un lunar en su mejilla izquierda. No tendrá barba sino que se afeitará. Su ropa será como

una llama.” (Sai Baba lleva túnicas anaranjadas.) “Su cuerpo será pequeño.” (Sai Baba apenas llega al metro y medio de alto.) “Sus piernas y pies serán como los de una muchacha joven.” (Los pies de Baba son inusitadamente pequeños.) “Él dará dones que serán livianos.” (Lo que más frecuentemente da Baba son anillos, pendientes y relojes.) “Él pasará entre sus devotos y tocará sus cabezas con su mano. Muchos de Sus devotos tendrán un punto en sus frentes. Se reunirán debajo de un gran árbol.” (Por muchos años en Su ashram de Whitefiled, Baba daba el darshan debajo un gran

árbol). “A fin de que no se engañen, deben saber que el Maestro del Mundo sacará cosas de Su cuerpo, a través de su boca.” (Por muchos años — incluyendo los últimos tres — en el sagrado día de Mahashivaratri, Sai Baba ha sacado de Su boca un “Shiva Lingam”, una piedra sagrada del tamaño de un huevo que se había ido formando dentro de Su cuerpo.) “Todas las enseñanzas de todas las religiones del mundo estarán en su corazón desde su nacimiento. Toda la ciencia y conocimientos del mundo desde el comienzo del tiempo estarán en su corazón.” (En entrevistas con científicos y profesores en años pasados, Baba ha demostrado ampliamente su total maestría de todos los campos de conocimiento.) “Todas las cosas que ustedes le pidan a Dios, Él (el Maestro del Mundo) se las dará. Todos los tesoros están bajo sus pies. Cada ojo que lo vea será feliz, no sólo los humanos sino las almas desencarnadas. Él vivirá 95 años.” (Sai Baba ha dicho que Su encarnación actual durará por 95 años; esto significa que Él dejará su cuerpo actual alrededor del 2020 d. de C.) “En los últimos 20 años de su vida él será “Rey de todo el Mundo”, y dos tercios de la gente del mundo creerá en él.”[13] (Sai Baba tiene literalmente millones de devotos en el mundo entero. Más de tres millones de personas asistieron a la celebración de su setenta aniversario.)

Recientemente conocí a un iranio quien me dijo que él había estudiado ‘El Océano de Luz’ en detalle en el original y me aseguró que las citas que anteceden están realmente en la profecía (junto con otra que señalan directamente a Sai Baba). Después de años de estudio, él está personalmente convencido que la profecía se refiere sólo a Sathya Sai Baba.

Baba Toma el Lugar de Venkateshvara

Recientemente fui testigo parcial de un incidente que provee otra poderosa clave a la identidad de Baba. Uno de los más famosos templos en la India es el del Señor Venkateshvara (una forma de Vishnu) en la colina de Tirupati, Tamil Nadu. Venkateshvara es considerado por muchos hindúes como el Señor Supremo y la estatua en este templo se conoce en toda la India por las poderosas bendiciones que otorga. Como con muchas de las subsectas en el hinduismo, hay una comprensible cualidad de exclusividad en los devotos de ese santuario, especialmente entre los sacerdotes que llevan a cabo el culto; por generaciones sus familias han sido devotas de manera exclusiva de Venkateshvara. Un día a finales de noviembre de 1998, los sacerdotes estaban realizando una ceremonia especial de adoración de los pies (pada puja) ante la estatua de Venkateshvara, cuando de repente los pies de la estatua se transformaron delante de sus ojos en los pies de un hombre viviente. Viendo hacia arriba, vieron en lugar de la estatua de Venkateshvara, a la forma viviente de Sathya Sai Baba. “Si desean darshan completo,” Él les dijo, “vengan a Whitefield la próxima semana!” Baba entonces desapareció, dejando a Venkateshvara en Su lugar.

Yo estaba en el Ashram de Whitefield de Sai Baba el 6 de diciembre de 1998, el día cuando los sacerdotes de Tirupati, docenas de ellos, llegaron para recibir el darshan completo del Dios viviente que se les había aparecido ante ellos en su santuario. (Para ayudar al lector occidental a comprender las dinámicas del evento, podría ser un poco como si un grupo de Obispos Católicos llegan para inclinarse ante un Protestante, y reconocer que Cristo ha encarnado en esa forma...)

Cientos de Miles de Ángeles

Y también está la experiencia que tuve en el ashram de Baba en 1996. En medio de Su discurso de Navidad, Baba movió Su mano y materializó un pequeño libro cubierto de oro — causando un jadeo de asombro en los 50.000 reunidos allí, ¡yo entre ellos! (Yo estaba sentado muy cerca de Baba – y estaba seguro que había sido un genuino milagro.) Esa noche, alrededor de las 9 p.m. yo oí que Baba había anunciado más temprano que esa noche estarían volando unos ángeles encima del ashram. Yo miré al cielo, pero no vi nada desusado, así que pensé que me había perdido el espectáculo. Sin embargo, un par de noches después, dos amigos vinieron corriendo hacia mí en la calle diciendo, “¡Ram Das, los ángeles han vuelto! ¡Ven, debes verlos!” Así que los seguí a un techo, lejos de las luces del ashram, me acosté y miré hacia arriba...

Y en el cielo encima de nosotros estaba una de las más asombrosas vistas que jamás hubiera presenciado: ¡cientos de miles de seres luminosos volando por el aire, moviéndose a gran velocidad en lo que parecía una extática danza de alegría! Se veían un poco como estrellas fugaces — sin embargo, estaban más cerca de la Tierra, y no se movían en líneas rectas (como harían los asteroides, o cualquier fenómeno similar) sino en curvas y volutas. Considerando el anuncio anterior de Baba, no veía ninguna razón para dudar que estos brillantes seres eran en verdad ángeles, ayudantes celestiales en Su misión mundial: ningún otro fenómeno de que tuviera conocimiento podía explicar la visión. A veces, dos se unían por un momento al andar brincando de un lado a otro y parecían estar saliendo de alguna puerta invisible encima del ashram, donde, adivinaba yo, acababan de recibir el darshan de Baba y sus instrucciones para su trabajo... El evento tenía una incuestionablemente sobrenatural exuberancia que nos dejó a nosotros tres con la boca abierta y el aliento cortado del asombro. Fue probablemente la vista más inspiradora que jamás haya presenciado, manifestando más claramente que mil anillos materializados, la identidad divina de Sathya Sai Baba.

¿Por qué habrían de congregarse tantísimos ángeles de esa manera tan extraordinaria, de otra forma que para tener el darshan de Dios?

Los Amuletos que Producen Amrita

En un orfanato en el Sur de la India, hay un milagro permanente que pertenece a dos pedacitos de porcelana del tamaño de una uña, uno con una imagen de Sathya Sai Baba, el segundo con la de Shirdi Sai Baba. Dados al director del orfanato por Sai Baba hace más de veinte años, desde entonces han estado exudando milagrosa amrita (un néctar parecido a la miel con sabor a jazmín). Yo decidí visitar el lugar y ver el famoso milagro por mí mismo. El director del orfanato sacó uno de los amuletos de una vasija con una cuchara y lo puso en la palma de mi mano derecha. No era sino un pedazo de porcelana con la cara de Baba en él; no había ningún lugar para esconder ningún mecanismo. Yo observaba como un águila viendo cómo una pocas gotas de amrita estaban corriendo por mi palma – pero esto no significaba nada, pues acababa de estar en una vasija llena de amrita. Sin embargo, el amrita continuó exudándose de la medalla hasta que mi palma se llenó y con la cuchara, el señor sacó el amrita de esa mano y lo vertió en mi palma izquierda. ¡Mientras que el amrita seguía exudándose del amuleto durante varios minutos, él repitió el procedimiento cuatro veces, hasta que finalmente mi mano izquierda estuvo llena de amrita – y el amrita seguía llenando mi palma derecha! Hasta el más redomado escéptico, presenciando lo que yo vi ese día, tendrá que admitir que fue un milagro. (Yo probé el néctar y definitivamente, ¡no es de este mundo!).

Un Lingam Entregado Especialmente desde la Cueva de Amarnath

Hace un par de años Baba me dio un regalo especial, de una manera altamente inusual; pienso que estarán de acuerdo que la historia le da peso a mi afirmación de la divinidad de Baba. Un hombre llamado Rouf (pronunciado ‘Ruf’), que posee una de las tiendas cerca del ashram de Baba, me vio en la calle un día y me dijo que él había tenido un “sueño de Baba” acerca de mí, y que él tenía algo que darme. Yo quedé un poco asombrado, pero varias semanas después finalmente lo visité y mientras estábamos tomando un té en su tienda, él me contó su historia:

“El verano pasado fui de peregrinaje a algunos lugares sagrados en el Norte, Hardwar, Rishikesh, Cachemira, y luego la Cueva de Amarnath en los Himalayas. Está cerrada ocho meses al año debido a la nieve, no hay manera de ir allá. Y en esta cueva, hay un Lingam que se ha formado naturalmente, uno enorme, hecho de hielo. Un lingam es un símbolo elíptico del Ser Supremo, usado en la adoración del Señor Shiva. Shiva y Parvati realmente vivieron en esta cueva — es uno de los santuarios más sagrados de la India. Así que estoy sentado fuera de esta cueva — y de repente dos palomas salieron volando de la cueva. Y pasando encima de mi cabeza, una de ellas dejó caer algo en mi regazo. Y en ese momento oí, “Esto es para Ram Das”.

“Espera un momento”, dije incrédulamente. “¿Tú oíste esto dentro de ti? ¿De Dios?” ¿O del pájaro?”.

“Sí, sí,” él respondió, con el movimiento afirmativo de cabeza que usan los indios, “El pájaro.”

Rouf buscó y desenvolvió un pequeño paquete, y entonces sostuvo el precioso objeto: un radiante lingam rojo. “¡¡Un rubí!!” dijo él. “¡Un lingam de rubí!”

“¡Un Prema Lingam!” respondí, asombrado ante el bello huevo cósmico que Dios había dado. (Prema significa ’Amor Divino’.)

“Sí.” Rouf lo sostuvo ante la luz y sonrió. “Pero el problema era,” continuó, “que yo no sabía quien era ese Ram Das. Había olvidado su nombre. Así que le oré durante dos semanas, cada día, “Baba, ¿para quién es este Lingam? ¿Quién es este Ram Das?” Finalmente, una noche Baba vino en mi sueño. Me mostró su rosro y dijo, “‘Este es Ram Das. Dáselo a él’.”

Rouf me entregó el lingam, que se ajustaba bellamente en la palma de mi mano. Estaba sin

habla — ¡qué historia tan bizarra! Como algo sacado de Tolkien, excepto que el “Señor de los Anillos” que había enviado esto era el supremo Señor del Amor, ¡encarnado en forma humana! ¡Qué lîla tan asombrosa! ¡Qué regalo tan hermoso!

Yo sostuve el sagrado objeto en mi pecho por un tiempo, absorbiendo su energía y dije, “Sabes, Rouf, hay otro aspecto interesante en esto. En el libro que estoy escribiendo, hay una escalera de conceptos que uno puede construir para alcanzar la Verdad. Una vez que subes la escalera, entonces te puedes salir de ella y pisar el techo (roof)— la Realidad Suprema, donde no existe mente alguna, donde no puede llegar ningún concepto. ¡Así que en mi libro, la palabra ‘roof’ (techo) es igualada al Ser Supremo, y este don ha venido a mí desde el ‘Rouf’!

Dios bendiga a Rouf por entregarme el Lingam de manera desinteresada. ¡Qué siempre pueda él vivir de acuerdo con su alto nombre!

Claramente, Sai Baba no se detiene ante nada para expresar Su amor por Sus devotos... ¿No es entonces obvio que Él es una encarnación de Dios?

Las Propias Palabras de Baba

Y ¿Qué dice Baba de sí mismo? “La totalidad de la energía Divina ha venido a la humanidad como Sathya Sai. Esta es una forma humana en la cual cada Entidad Divina, cada Principio Divino, es decir que todos los nombres y formas adscritos por el hombre a Dios, están manifiestos en ella.”[14] Él dice que Él es el Padre que envió a Jesús — pero entonces añade que nosotros también somos Dios, pero que lo hemos olvidado.

“Ustedes como cuerpo, mente o alma son un sueño. Pero lo que ustedes son realmente es existencia, conocimiento, bienaventuranza pura. Ustedes son el Dios de este universo.”[15]

Él declara que Él conoce todo el pasado y futuro de cada uno de nosotros, así como cada pensamiento nuestro – y frecuentemente prueba esta afirmación revelando conocimiento íntimo de los más recónditos pensamientos y vidas personales de Sus devotos. Su continuo flujo, durante más de seis décadas, de materializaciones milagrosas y curas instantáneas de enfermedades ‘incurables’ tales como cáncer, parálisis y ceguera, es, hasta donde pueda saberse, sin parangón en la historia del mundo. También he leído una serie de relatos bien documentados de Baba resucitando gente, incluyendo una nepalesa llamada Barosa Adhikari, y un anciano americano llamado Walter Cowan, cuya resurrección está bellamente descrita en Mi Baba y Yo, del Dr. John Hislop. Otro relato es el de un devoto indio llamado V. Radhakrishna, que se da más adelante en la actual página web.

Apariciones

Con el paso de los años, muchas personas han reportado que Sai Baba se ha aparecido delante de ellos en varios lugares alrededor del globo en forma viviente — sin embargo, Él ha salido

‘físicamente’ de la India sólo una vez. Un ejemplo es Connie Shaw, la autora y conferencista americana, que afirma en su libro Wake Up Laughing (Despierta Riéndote) que Baba apareció en su hogar en Colorado ¡más de cincuenta veces! En un punto Él apareció en medio de la noche, despertándola de su sueño con un toque en el hombro, para pedirle que se encargara de la presidencia de un Centro Sai local. Puesto que el centro estaba constituido mayormente de hindúes y ella sentía que sería inapropiado que un occidental los condujera, ella rechazó Su petición. La noche siguiente Él vino de nuevo, ella se rehusó de nuevo. Cuando Él se apareció por tercera noche consecutiva, finalmente cedió y aceptó conducir el centro. Cuando ella renuentemente le dijo al presidente del Centro acerca de las apariciones, él confesó que en las mismas tres noches Baba se había aparecido en su hogar también ¡solicitando que él renunciara para que Connie pudiera tomar su lugar!

Otro ejemplo es James Sinclair, un comerciante americano que nunca había oído de Sai Baba y vió, en ambas ocasiones, un hombre con una túnica anaranjada con un afro apareciendo y desapareciendo de su casa en los USA. Indagando en una tienda de libros espirituales si había algún Maestro viviente que se ajustara a la descripción, se le mostró una foto de Sai Baba, a quien él reconoció instantáneamente como el hombre en su hogar. Cuando Sinclair finalmente llegó al ashram de Baba, lo primero que Baba le dijo fue, “¡Vine a ti dos veces!”

Cuatro Historias de Grandes Milagros

He aquí cuatro historias representativas, entre las miles que he oído y leído, que revelan vislumbres del poder divino, compasión y sentido del humor de Sai Baba. La primera es el relato de Bhagwandas Daswani, un próspero hombre de negocios de Hong Kong (reimpreso de Face to Face with God, por V.I.K. Sarin, antiguo periodista en uno de los destacados periódicos de la India):

“El 10 de mayo de 1977, me sorprendí con un ataque masivo al corazón. Fui admitido en el Hospital Queen Mary el 11 de mayo, y supe después que a las 4 a.m. ese mismo día Baba había llamado a mi hijo, que estaba estudiando en el Colegio de Swami en Whitefield, y le dijo, “Ve a Hong Kong inmediatamente, ya que tu padre tuvo un pequeño problema del corazón.”

Daswani dijo, “En realidad morí durante dos minutos y fui revivido por los doctores.”

Aunque Daswani recobró el conocimiento, no había mejoría en su condición y fue confinado a la Unidad de Cuidados Intensivos. El 20 de mayo, sufrió una recaída y empezó a tener una hemorragia por el ano. Estaba perdiendo medio galón de sangre al día. Tenía inyecciones en ambos brazos y un parche sobre el corazón. La hemorragia continuó por tres días y para el 14 de mayo, su familia había perdido la esperanza de que viviera, y también el equipo de médicos.

“La mañana del 25 de mayo, exactamente a las 4:10 a.m.,” recuerda Daswani, “Sathya Sai Baba entró por la pared del cuarto y se sentó en la cama. Derramó vibhuti por todo mi cuerpo. El vibhuti venía saliendo de su mano en un flujo continuo. Con el baño de vibhuti yo sentí de repente un influjo de fuerza por todo mi cuerpo. Yo estaba completamente asombrado por la aparición de Baba en el cuarto, y pensé que estaba soñando o alucinando. Por eso le dije, ‘Baba, ¿estás realmente aquí o estoy soñando?’ Él dijo, “Sí, Estoy aquí. ¿Qué quieres que haga?’ Yo dije, “Sólo ponme en el sofá al lado de la cama, para que yo sepa que no estoy soñando’. Entonces Él me levantó como si fuera una pluma y me colocó en el sofá. Las inyecciones en mis brazos permanecieron intactos, nada fue perturbado. Baba entonces se fue de la misma forma como había venido.

“Entonces toqué el timbre para llamar a la enfermera de turno. Una horda de enfermeras entró corriendo al cuarto. Su asombro no se podía describir. ‘¿Cómo llegó usted aquí?’ preguntaban. ‘Yo caminé’, dije, consciente de que sería imposible que creyeran la verdad. ‘¿Quién estuvo aquí? ¿Y qué es todo este polvo por toda la cama y sobre usted?’ preguntaban. Yo dije, ‘No me pregunten. Sólo recojan ese polvo y pónganlo en una bolsa para mí’. Así hicieron y recogieron kilo y medio de vibhuti.

“Después de esto empecé a mejorar rápidamente y los doctores y el personal me seguían preguntando qué había sucedido. Finalmente un doctor indio apareció y me dijo, “Mire, yo soy indio. Usted me puede decir lo que sucedió’. Se lo dije y él mantuvo mi secreto. El 29 de mayo pude caminar por mí mismo hasta otra sala. Me recuperé completamente y, además, mi diabetes había desaparecido y la glicemia era normal. Le debo eterna gratitud a Bhagavan Baba.”[16]

He aquí el testimonio de Kitty Lamonte de Escocia (tal como se relata en Divine Glory por V. Balu y Shakuntala Balu):

“Mi historia comienza algún tiempo el verano pasado cuando por primera vez supe de Baba. Yo fui invitada a visitar algunos amigos indios de una amiga mía y hablaban tan amorosamente y honestamente acerca de Baba que decidí leer más acerca de Él. Yo leí “Sai Baba y el Psiquiatra" por Samuel Sandweiss, y de hecho lo usaba como una Biblia, leyendo los escritos de Baba cada día.

En esa época tenía un problema de bebida y estaba consumiendo mucho más alcohol que lo que era bueno para mí, pero era incapaz de detenerme. Decidí que le pediría ayuda a Baba, así que durante tres noches me senté allí con el libro, la fotografía de Baba y el whiski. Yo vertí mi trago el 27 de noviembre, a las 11:45 p.m. y me senté a ver televisión. Puse mi mano en el libro, miré la fotografía y dije, “Tendrás realmente que ayudarme para detener esto”.

Hubo un tremendo ruido y el vaso explotó en millones de pedazos. Se repartió por toda la habitación, debajo de las mesas, encima de los libros en un anaquel y algunos

fueron encontrados por mi ama de llave al día siguiente, debajo del cojín sobre el cual había estado sentada...

“Lo más interesante para mí sucedió dos días después. Yo estaba en un tren y no había sido capaz de sacar de mi mente el ruido del vaso explotando, cuando una voz en mi cabeza dijo, “¿No te diste cuenta de que ni un pedacito de vidrio te tocó?” No puedo describir el sentimiento de absoluta felicidad que experimenté en ese momento. De repente me dí cuenta que sólo un milagro podía haber impedido que el vaso me hiciera algún daño. No estaba a más de treinta centímetros de mi cara.

“Ahora he hecho el firme compromiso con Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, de nunca volver a beber alcohol.”[17]

Un día, Baba llamó a una pobre familia musulmana para una entrevista y junto con ellos un hombre hindú. (La persona que me relató esta historia la oyó directamente del hindú.) Un muchacho en la familia estaba perturbado porque sus dos mejores amigos habían ido de peregrinaje a La Meca, y sus padres no podían enviarlo con ellos. (Como consolación, lo trajeron a ver a Sai Baba.) Baba empezó la entrevista diciéndole al muchacho, “Así que tú querías ir a La Meca”. El muchacho estalló en llanto y Baba entonces se volteó y habló con los otros por un momento. El muchacho continuaba llorando y finalmente, Baba se volteó hacia él y le dijo, “Tú realmente quieres ir a La Meca, ¿no es así?” Baba entonces golpeó la pared del cuarto de entrevista con Su mano, y la pared desapareció – y en su lugar, apareció una escena callejera de Arabia Saudita. “Mira, allí están tus dos amigos. ¡Ahora ve! Tienes media hora.” El muchacho caminó en la calle y la pared reapareció.

Baba habló con la pasmada familia por otra media hora y luego golpeó de nuevo la pared. La escena callejera reapareció – y el muchacho entró de nuevo a la sala de entrevista, ¡trayendo orgullosamente algunos recuerdos de La Meca!

Un mes después, cuando sus amigos regresaron a casa, los padres del muchacho les preguntaron, “¿Cuánto tiempo estuvo él con ustedes?” Confirmando el relato del muchacho, sus amigos respondieron, “dos semanas”.

¡Claramente, Baba es el Maestro del tiempo y del espacio a la vez que de Aquello que está más allá del tiempo y del espacio! Esa es la cuarta historia que he oído acerca de Sai Baba transportando instantáneamente a alguien a una tierra distante a través de la pared de su cuarto de entrevistas.

He aquí el relato de la resurrección de V. Radhakrishna, como la relató V.I.K. Sarin en Face to Face with God:

“El milagro tuvo lugar en 1953. Radhakrishna estaba seriamente enfermo con úlceras gástricas y otras complicaciones, cuando él visitó Puttaparti desde su hogar en el pueblo de Kuppam, con la esperanza de que Baba lo curara. Estaba acompañado de su esposa Radhamma y su hija Vijaya. Al llegar al ashram fue puesto en cama. Baba, que entonces tenía sólo 27 años, lo visitó pero no hizo ningún intento de curarlo. Radhakrishna se quejaba de que él prefería morir a seguir sufriendo el extremo dolor que sentía. Baba sonrió pero no hizo ningún comentario.

Unos días después, Radhakrishna entró en coma y su esposa e hija, que estaban a su lado, oyeron el “estertor final” en su garganta. Swami vino y lo examinó, pero seguía sin hacer nada. Una hora después, la respiración de Radhakrishna se detuvo. Se volvió azul y luego se enfrió y se puso tieso. Un enfermero lo declaró muerto. Baba lo examinó de nuevo. “No se preocupen,” dijo, “Todo estará bien”. Pero él seguía sin intentar revivirlo. La fe de la esposa e hija fue puesta a severa prueba. El día siguiente estuvieron sentadas lealmente al lado de la cama esperando ansiosamente cualquier señal de retorno a la vida pero no había ninguna indicación de ello. De alguna forma las dos mujeres se las arreglaron para mantener un vestigio de fe de que a Su propia manera y Su propio tiempo Swami reviviría a Radhakrishna. En la mañana del tercer día el cuerpo se volvió oscuro, muy rígido y empezó a oler mal. Se sugirió a Radhamma que el ‘cadáver' debía ser sacado del ashram, pero ella rehusó firmemente tal acción sin la autorización de Baba. Sus ayudantes pidieron instrucciones de si el cuerpo debía ser enviado a Kuppam o cremado en Puttaparti. Baba respondió enigmáticamente, “Veremos.”

Las dos mujeres estaban desesperadas. Fueron con Baba y Le rogaron. Él simplemente dijo, “No teman. Yo estoy aquí.” Él prometió, sin embargo, visitar su habitación y examinar a Radhakrishna después. Pasó una hora, después dos y no había señal de Baba. Fue entonces cuando Radhamma y Vijaya abandonaron la esperanza. Cuando, de repente, se apareció Swami en la puerta de su habitación, tranquilo y sonriente. Las dos mujeres estallaron en llanto, como María y Marta, las hermanas de Lázaro, llorando ante su Señor quien, pensaban, había venido demasiado tarde.

Gentilmente, Él les pidió que dejaran la habitación y al salir ellas Él cerró la

puerta detrás de ellas. No saben — y nadie lo ha sabido hasta ahora — lo que transcurrió en los siguientes minutos en esa habitación donde sólo Swami y el muerto estaban presentes. Pero a los pocos minutos, Baba abrió la puerta y les hizo señales a las mujeres que entraran y vieran a su amado ser sentado en la cama sonriente. La rigidez de la muerte había desaparecido y su color natural estaba regresando. Baba le dijo, “Háblales, estaban preocupadas.” Radhakrishna, con una mirada de asombro dijo, “¿Por qué estaban preocupadas? ¡Yo estoy bien!” Él no sabía que había estado en un coma mortal. Swami entonces lo dijo a Radhamma, “Te he devuelto a tu esposo. Ahora dale una bebida caliente.” Entonces bendijo a la familia y se fue. Al día siguiente, el paciente estuvo lo suficientemente fuerte para caminar. El tercer día él escribió una carta de siete páginas a un pariente en Italia. Unos pocos días después toda la familia regresó a su hogar en Kuppam. No sólo fue Radhakrishna levantado de entre los muertos, sino que las úlceras gástricas y las otras complicaciones habían sanado completamente. Fue una repetición del levantamiento de Lázaro.”[18]

Una Palabra Acerca de las Manifestaciones de Baba

Muchos científicos occidentales han investigado los poderes milagrosos de Baba y los han declarado genuinos. Baba es probablemente más famoso por Sus materializaciones de anillos — y las frecuentes materializaciones de vibhuti y amrita que aparecen en Sus fotografías en varios lugares alrededor del globo. [Las fotos que siguen muestran ejemplos de tales manifestaciones de los hogares de devotos alrededor del mundo.]