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¨Donde quieras que vayas, no importa, donde vayas cumple siempre con tu deber…y sabe que yo siempre estaré allí, dentro de ti guiándote en cada paso del camino.
En los años por venir me experimentarán en muchas manifestaciones diferentes de mi forma.
Tú eres yo mismo, más que amado para mí.
Te protegeré como los parpados protegen a los ojos. Tú ya me tienes, así como yo te tengo a ti. Nunca te abandonaré y tú nunca podrás abandonarme.
De ahora en adelante, no desees ni anheles nada desempeña tu deber con un amor invariable, viendo a todos como a Dios.
Sé paciente a su debido tiempo, todo te será dado.
Sé Feliz, no hay necesidad de preocuparse por nada sea lo que fuere que se experimente, sea lo que fuera que suceda, sabe que este avatar así lo quiso.
No existe poder en el mundo que pueda demorar ni por un instante la misión para la cual este avatar ha venido.
Todos Ustedes son almas sagradas y tienen asignado el papel que habrán de desempeñar en el drama de La Nueva Edad de Oro que vendrá…¨.



"BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA" .



domingo, 21 de agosto de 2011

VALORES ASOCIADOS AL VALOR VERDAD (ABRIL)


ORGANIZACIÓN SRI SATHYA SAI BABA ARGENTINA
2011 - AÑO  DE LA VERDAD

“No busques la verdad fuera de ti. La Verdad eres tu”

MES DE ABRIL
VALOR ASOCIADO:  DISCERNIMIENTO

1. Definición
El discernimiento no es más que la capacidad de decidir entre la verdad y el error, el bien y el mal. El discernimiento es el proceso de hacer una cuidadosa distinción en nuestro pensamiento acerca de la verdad. En otras palabras, la capacidad de pensar con discernimiento es sinónimo de una capacidad de pensar bien según LA VERDAD.
2. Para discernir sobre el discernimiento
Por Anil Kumar.
<<El discernimiento es lo que distingue al ser humano de las bestias. Sin esta cualidad especial el ser humano desciende al nivel del animal. Bhagavan ha dicho muchas veces que uno debe ejercitar  definitivamente el poder de el discernimiento.  Debemos discernir entre lo que es malo y lo que es bueno, entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. Antes de pasar a la acción uno debería preguntar a su propio ser: ¿Es esto justo o injusto?, ¿está bien o está mal? ¿lo aceptará Bhagaván?…
Pero el viaje eterno del hombre no se detiene ahí, Debe elevarse  sobre el nivel humano para conocer la divinidad interior y volverse así finalmente divino. Esto sólo es posible mediante el discernimiento que lo guía en la dirección correcta. El discernimiento es de dos clases: el discernimiento individual y el  discernimiento fundamental. La individual es egoísta y autosuficiente. No puede ser de ninguna ayuda para el buscador o aspirante.
Más aún, el egoísmo excesivo y la autosuficiencia, pueden llevarlo a un nivel en que pierda totalmente el sentido del discernimiento. Con el resultado de que deja de ser humano para volverse inhumano. Por lo tanto debemos ejercitar el discernimiento fundamental. Esta se aplica a todos en todo lugar y en todo momento. Es útil, apunta hacia lo bueno que hay en todos nosotros y nos lleva a esa meta  Está claro que no basta con el simple discernimiento, sino que debe ser  discernimiento fundamental.
Para alcanzar el estado adváitico, o estado de no dualismo, se debe ejercitar el discernimiento en un plano diferente. Uno tiene que discernir entre lo que es transitorio y lo que es permanente, entre lo mortal y lo inmortal, entre la materia y la energía, entre el espíritu y el cuerpo, etc.… El discernimiento en este aspecto le permitirá al aspirante  elevarse por encima del cuerpo, de la mente y del intelecto. El correcto discernimiento conduce al  buscador hacia el camino de  la indagación. Es este discernimiento el que lo guiará y finalmente le proporcionará una respuesta a la pregunta ¿koham? ¿Quién soy yo?  LO lleva a la esencia íntima o Espíritu o Atma.
De este modo el discernimiento, para todo buscador de la verdad, es indispensable e inevitable, pero con cautela. En cuanto se refiere a los preceptos de las Escrituras Sagradas, como los Vedas, la Biblia, El Corán, uno debe  seguirlos escrupulosamente. Aquí el discernimiento es un vano intento.  Lo que dice un Sadguru o un Avatar debe ser aceptado incondicionalmente. Arjuna atendió estos preceptos y ganó la batalla. El también cuestionó y argumentó como cualquier otro, pero hasta que no renunció a todo eso y le dijo a Krishna: actuaré de acuerdo con Tú Mandato, hasta que él mismo no se entregó totalmente, no tuvo paz mental. El discernimiento material o mundano, los volverá personas exitosas. El discernimiento espiritual, les asegura Liberación o nirvana. >>
(De las Charlas dadas por el Prof. Anil Kumar Kamaraju, al grupo de círculos de estudio en Prshanti Nylayan - Charla  sobre las dos D.)
3. Textos  de la Biblia para el Círculo de Estudios
“Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. Y para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo, mediante la observación de las sendas del juicio, y él guardará el mismísimo camino de los que le son leales. En tal caso entenderás justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno.” - Proverbios 2: 1-9
“Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento mismo se haga agradable a tu mismísima alma, la capacidad de pensar misma te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará, para librarte del mal camino, del hombre que habla cosas perversas, de los que dejan las sendas de la rectitud para andar en los caminos de la oscuridad, de los que están regocijándose en hacer el mal, que están gozosos en las cosas perversas de la maldad; aquellos cuyas sendas son torcidas, y que son sinuosos en su derrotero general; para librarte de la mujer extraña, de la extranjera que ha hecho melosos sus propios dichos, que está dejando al amigo íntimo de su juventud y que ha olvidado el mismo pacto de su Dios.” - Proverbios 2: 10-17
“Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento, porque el tenerla como ganancia es mejor que tener la plata como ganancia; y el tenerla como producto, que el oro mismo. Es más preciosa que los corales, y todos tus otros deleites no pueden ser igualados a ella. Largura de días está en su diestra; en su siniestra hay riquezas y gloria. Sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus veredas son paz. Es árbol de vida a los que se asen de ella, y los que la mantienen firmemente asida han de ser llamados felices.” - Proverbios 3:13-18
“Salvaguarda la sabiduría práctica y la capacidad de pensar, y resultarán ser vida a tu alma y encanto a tu garganta. En tal caso andarás con seguridad por tu camino, y ni siquiera tu pie dará contra cosa alguna. Cuando quiera que te acuestes, no sentirás pavor; y ciertamente te acostarás, y tu sueño tendrá que ser placentero.” - Proverbios 3:21,23,24
“Pues yo resulté ser un hijo verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre. Y él me instruía y me decía: “Que tu corazón tenga firmemente asidas mis palabras. Guarda mis mandamientos y continúa viviendo. Adquiere sabiduría, adquiere entendimiento. No te olvides, y no te desvíes de los dichos de mi boca. No la dejes, y ella te guardará. Ámala, y ella te salvaguardará. La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con todo lo que adquieres, adquiere entendimiento. Estímala altamente, y ella te ensalzará. Te glorificará porque la abrazas. Dará a tu cabeza una guirnalda de encanto; te otorgará una corona de hermosura”.” - Proverbios 4:3-9
“Oye, hijo mío, y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos. Yo ciertamente te instruiré aún en el camino de la sabiduría; ciertamente haré que pises en los senderos trillados de la rectitud. Cuando andes, no será estrecho tu paso; y si corres, no tropezarás. Ásete de la disciplina; no [la] sueltes. Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida.” - Proverbios 4:10-13
“Hijo mío, oh de veras presta atención a mi sabiduría. A mi discernimiento inclina tus oídos, para guardar las capacidades de pensar; y que tus propios labios salvaguarden el conocimiento mismo.” - Proverbios 5:1,2
Por la presunción solo se ocasiona una lucha, pero con los que consultan juntos hay sabiduría.” - Proverbios 13:10
“No hay sabiduría, ni ningún discernimiento, ni ningún consejo en oposición a Jehová.” - Proverbios 21:30
“Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida. Y con conocimiento los cuartos interiores se llenan de todas las cosas preciosas y agradables de valor.” - Proverbios 24:3
“Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.” (San Pablo I Tes. 521-22).
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Taller de Discernimiento Espiritual
1. Introducción motivadora
1.1. Espacio de auto-examen: Preguntas  para la reflexión personal
Los tres sentidos generales de “discernimiento espiritual”
• Clarificación de una situación: ¿Qué está sucediendo aquí, qué está en juego aquí, cuáles son los intereses aquí presentes?
• Búsqueda del origen de una propuesta o moción: ¿Viene esto de Dios, del demonio, o del ser humano?
• Conocimiento de la voluntad de Dios: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Qué espera el Señor de nosotros, aquí y ahora?
1.2. Lo que no es el discernimiento espiritual
• No es una “receta” ni consiste en la aplicación de un manual de instrucciones.
• No es un saber deducido de la psicología, la sociología o la economía.
• No coincide con el sacramento de la confesión.
• No es lo mismo que las estrategias de la administración de empresas, el marketing, la reingeniería, o semejantes.
1.3. Elementos fundamentales de un discernimiento
• Espíritu de fe, de oración y de búsqueda de la luz de Dios.
• Alma humilde, consciente de los obstáculos exteriores y de las limitaciones interiores.
• Apertura interior y corazón de discípulos: no vamos a discernir para reafirmarnos en lo que ya pensábamos.
• Deseo de obediencia y coherencia.
2. Historia: El ama de ama indú
Un ama de casa hindú asistía a un templo cercano, porque le agradaba escuchar los discursos. Un día el pundit hablo de que servir al esposo y hacerlo feliz es el deber de la esposa ideal.  La mujer ese mismo día esperó al esposo en la puerta  y ni bien él se bajó del auto ella derramó un bol de agua sobre sus botas, lo llevó de  la mano adentro de la casa, haciendo que se siente en una silla cómoda, le quitó el calzado sin pensar en que él quería pasar al baño- Inmediatamente le sirvió un aromático café tan caliente que no lo podía tomar y se sentó a sus pies. Viendo esta insólita actitud el marido llamó al médico, quien después de examinar a la mujer sólo le prescribió que descansara. Dos días después la esposa asistió al templo y esta vez el pundit habló sobre la meta de la vida diciendo que sólo Dios es real, que la vida es como un sueño y que sólo el único  amor inegoísta es el amor de Dios.  Cuando llegó esa tarde  el marido la puerta estaba trancada por dentro y aunque tocó el timbre la esposa no acudió. Después de un rato él pudo entrar por la puerta del patio y encontró a su mujer que estaba sentada en meditación mientras decía: ¿Quién soy yo?  ¿Quién es quien? ¿Qué es qué?
Nuevamente el marido llamó al médico. Este le preguntó adónde iba su esposa cuando salía de casa. Al enterarse de que iba al templo el médico acertó a decir que esta mujer  tenía un problema de falta de sentido común. Ella tomaba cada discurso literalmente, sin saber cómo aplicarlo con discreción y discernimiento en su vida.
3. Trabajo  grupal: Cuestiones particulares
a) Discernimiento espiritual y discernimiento vocacional
• De algún modo, todo discernimiento es “vocacional” en cuanto nos ayuda a ver a qué nos llama el Señor.
• Ningún discernimiento o proceso vocacional produce certezas del 100%. El fruto de discernir no es lograr un control sobre todo lo mío sino un abandono más completo, un fiarse más de Dios.
b)  Discernimiento comunitario y discernimiento del superior
• La vida de la Iglesia no debilita sino que consolida el ser de la Iglesia. Es propio del ser de la Iglesia su constitución jerárquica (Lumen Gentium, 18-19), y el ejercicio de un don propio de la vida del Espíritu al interior de la Iglesia no cambia esa constitución. Con otras palabras: es bueno insistir en la colegialidad y los instrumentos del diálogo pero ello no debe menoscabar el respeto y el acatamiento hacia los legítimos pastores y quienes han sido constituidos en autoridad por ministerio de ellos.
• Los pastores y superiores sin embargo, apliquen lo que dice Pedro: “pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño” (1 Pedro 5,2-3).
c) Optimismo, Realismo, Pesimismo
• El discernimiento no se hace desde una mente ilusa pero tampoco desde la amargura. Ni un optimismo irreal ni un pesimismo enfermizo.
• Nuestro realismo, entonces, es conciencia del poder del pecado, sin escandalizarnos, precisamente porque reconocemos el poder de la gracia.
• La mirada a la realidad no es puramente humana o sociológica: es contemplación del misterio de una tierra que necesita redención incluso cuando la rechaza.
4. Citas de autor
Salomón: “El principio de la sabiduría es el temor a Dios.”
Tomás de Iriarte: “La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo.”
Erasmo de Rotterdam: “La sabiduría de la vida consiste en la eliminación de lo no esencial. En reducir los problemas de la filosofía a unos pocos solamente: el goce del hogar, de la vida, de la naturaleza, de la cultura.”
5. Canción

La danza del fuego  (Mago de Oz)

Cuanto más he de esperar,
cuánto más he de buscar,
para poder encontrar
la luz que sé que hay en mí.
he vivido en soledad
rodeado de multitud,
nunca he conseguido amar
pues no me quiero ni yo.
Cuando veas una estrella fugaz
guárdala en tu corazón,
es el alma de alguien que consiguió
dar a los suyos su amor.
cuando oigas a un niño preguntar
por qué el sol viene y se va,
dile : porque en esta vida no hay
luz sin oscuridad.
Si eres capaz de devolver
con una sonrisa una traición,
si eres capaz de dar tu mano a quien
con la suya te señaló.
no eches raíces en un sitio, muévete
pues no eres un árbol, para eso tienes dos pies.
el hombre más sabio es el que sabe que su hogar
es tan grande como pueda imaginar.
Cuando veas una estrella fugaz
guárdala en tu corazón,
es el alma de alguien que consiguió
dar a los suyos su amor.
cuando oigas a un niño preguntar
por qué el sol viene y se va,
dile : porque en esta vida no hay
luz sin oscuridad.
El mejor día es en el que el alma
tiene hambre y sed.
no olvides lo aprendido,
no dejes de comprender.
rodéate de buenos
y tú lo parecerás.
rodéate de sabios
y algo en ti se quedará.
Cuando veas una estrella fugaz
guárdala en tu corazón,
es el alma de alguien que consiguió
dar a los suyos su amor.
cuando oigas a un niño preguntar
por qué el sol viene y se va,
dile : porque en esta vida no hay
luz sin oscuridad.
Otros textos para la reflexión
Una experiencia  de Santa Teresa sobre el discernimiento
Teresa está experimentando  en este momento la dificultad que tiene en el convento actual, la Encarnación,  de seguir con radicalidad la llamada. Acaba de narrar la visión del infierno. Ella interpreta esta visión como una llamada especial para poner atención no solo en cuidarse de los pecados mortales, sino además de los veniales, de las pequeñas cosas. Es una forma muy concreta de evidenciar la llamada a la radicalidad evangélica. ¿Puede estar aquí de trasfondo los tres grados de humildad? No me atrevería a afirmar tanto, pero lo que sí es cierto es que en la experiencia teresiana este “hilar más fino” tiene especial importancia, como criterio de medida del crecimiento espiritual.
(cfr. Vida 32,7). Es en este contexto en el que Teresa dice: “Pensaba qué podría hacer por Dios y pensé que lo primero era seguir el llamamiento que su Majestad me había hecho a revisión, guardando la Regla…” V 32. 9.
La inspiración le viene de una tercera persona, otra religiosa que vive con ella. Le sugiere que funden monasterio de descalzas. A partir de este momento comienza todo un análisis de sentimientos, de lo que va pensando y de lo que otros van sintiendo y pensando. Un primer grado de conflicto es con ella misma, pues ella reconoce que se encuentra a gusto en el convento actual. (cfr. Vida 36,8)
Ante la complejidad de la situación y el posible conflicto que se avecina,  toman la decisión de encomendarlo al Señor, es decir, orar con estos pensamientos, darse tiempo y dejar que pase a otro nivel.  El resultado que Teresa registra en su texto es que “comenzó Su Majestad a consolarme y a animarme”.
Un aspecto interesante en el modo de llevar aquí Teresa el proceso de discernimiento es que intenta separar lo que ella llama “la razón natural” de lo que ella va recibiendo como inspiración de Dios mediante visiones o gracias especiales. Ella se empeña en someter la decisión al juicio natural.
En este sentido parece que la experiencia de contradicción es la que predomina: en la ciudad, en la Orden, en el confesor… (Vida 32,14) Y simultáneamente ella tiene experiencia de consuelo y paz. Prueba para ella de la voluntad de Dios.
Nos encontramos también aquí con un tiempo para purificar la decisión. En este sentido Teresa se muestra como una mujer creyente que va leyendo en los acontecimientos la voluntad de Dios. Una vez más, no se apoya en las gracias extraordinarias. Éstas quizá tienen la función de fortalecer en ella la confianza. Sabe que será, porque así lo quiere Dios, pero no el modo y el tiempo. No podemos olvidar, de todas formas, que ésta es una relectura que Teresa hace varios años después. Pero no obstante, los textos no esconden lo que pudo suponer  momentos de  fatiga, turbación, y desconsuelo…
Y para terminar esta aproximación a esta experiencia, mencionar que un criterio constante que aparece en este proceso es la obediencia. Teresa no se salta ni uno de los pasos que sus confesores le van sugiriendo. Es una clave constante en el modo de entender el discernimiento: la absoluta transparencia y obediencia a quienes estuvieran siendo en ese tiempo sus confesores. (cfr. Los textos seleccionados como consejos o criterios de discernimiento).

Los tres pasos del discernimiento según San Ignacio de Loyola
(Ejercicios Espirituales)
Vamos a comentar ahora algunas de las reglas de discernimiento que San Ignacio comparte en su libro de los Ejercicios. En el título o introducción Ignacio nos dice que el discernimiento tiene tres pasos:
El primero consiste en “sentir las mociones”, por eso, para discernir hay que dar tiempo a la oración, hay que contemplar el evangelio y tomar nota de los sentimientos que nos suscitan los pasajes de la vida del Señor.
Un segundo paso consiste en reconocer esas mociones, darnos cuenta (muchas veces confiriendo con alguna persona que nos acompañar) si son del buen espíritu o del malo.
El tercer paso, el más importante, consiste en “recibir” y poner en práctica esas mociones si son del buen espíritu y si las reconozco como tentaciones “lanzarlas” o rechazarlas inmediatamente. En la vida espiritual no hay cosas neutras. Todo lo que vivimos o nos acerca más a Jesús y nos vuelve más parecidos a él o nos aleja de su amor. El discernimiento espiritual tiene como supuesto que la vida es lucha dramática entre el bien y el mal y que esa lucha se da en todos los ámbitos de la vida. Cada cosa que sucede, cada sentimiento o pensamiento, cada decisión, debe ser leída e interpretada en este marco: o está con Jesús o está contra él.
Por eso, el discernimiento implica sentir y valorar pero sobre todo decidir. Es como cuando llaman a la puerta, si es un amigo, uno lo hace entrar inmediatamente, no lo deja esperando como a un vendedor. Y si es un ladrón uno cierra la puerta con doble traba y llama a la policía, no se queda charlando.
Entenderé por discernimiento  el proceso de análisis lúcido de lo que pasa en el ser umano, y en ese análisis poder concluir que es experiencia religiosa de modo que la persona pueda  orientar su vida  y decidir de acuerdo con lo que intuye lo que pasa de Dios en ella. En definitiva, el discernimiento va trabajando en la persona la búsqueda de la identidad de lo que de Dios le pasa. Identificar tanto el lenguaje como el mensaje de Dios con ella.
De modo más esquemático, podríamos decir que:
El Discernimiento espiritual.

• Es un ejercicio espiritual en el cual
• A través de la percepción y análisis de las MOCIONES
• La persona puede llegar a SENTIR y CONOCER
• La VOLUNTAD DE DIOS sobre su vida
• Y orientar su LIBERTAD hacia ella.

Supone:

capacidad de escucha y capacidad de “caer en la cuenta” – percibir – de lo que me pasa por dentro. Capacidad de captar la propia interioridad. Saber poner nombre a lo que me pasa. – SENTIR -
análisis. Sobre lo que me pasa, saber QUÉ es, POR QUÉ es así, PARA QUÉ es.  – LUCIDEZ
El resultado del análisis de las mociones nos lleva a INTUIR que por ahí pasa la voluntad de Dios sobre mí, y de qué modo.
Orientar la LIBERTAD, pues sólo desde ahí se hace posible la aceptación real de la voluntad de Dios.
Veamos de qué modo podemos rastrear todos estos elementos del discernimiento en la vida de Teresa, apoyándonos, como he dicho, en sus propios textos.
Acercarnos a Teresa de Jesús nos lleva a descubrir a una mujer apasionada por la vida, pero sobre todo con una “obsesión”: descubrir en ella la voluntad de Dios. Un proceso que podemos decir que va del temor a la confianza.  Sabemos que su primera motivación vocacional estaba basada en la búsqueda del medio que ella juzgaba más eficaz y seguro para la salvación. Una concepción demasiado apoyada en el ejercicio humano que busca objetivar de este modo los cauces de la salvación. Poco a poco Teresa tendrá que ir descubriendo por propia experiencia que no existen caminos prefijados, seguros en sí mismos, y mucho menos apoyados en sus propias fuerzas.
La certeza fundamental que mueve toda su búsqueda es “la verdad de cuando niña, de que no era todo nada, y la vanidad del mundo, y cómo acababa en breve, y a temer, si me hubiera muerto, cómo me IVA a el infierno”.V 3,5. Este temor a vivir en el  engaño y la sombra de realidad que le puede conducir a la lejanía eterna de Dios hace de ella una mujer buscadora de verdad en todo lo que vive y experimenta. Podemos decir que todo su ejercicio de discernimiento estará orientado a purificar en ella esta verdad.  Reconocer el engaño, la posible mentira que amenace su vida, para afianzarse en la VERDAD.  La búsqueda de lo verdadero y lo falso, por tanto, recorre toda su obra.
¿Cómo realiza Teresa el seguimiento de la acción del Espíritu en ella? Al igual que Ignacio, hace todo un ejercicio constante de autoobservación, de introspección. Pero su modo es diferente al de Ignacio. Ella es ESCRITORA. Mucho se ha escrito acerca de esta faceta teresiana. Ahora me interesa señalar una de sus intencionalidades: dar cuenta de su experiencia interior para poder ser examinada por otros. Mi intuición es que este esfuerzo por narrar a otros será, en sí mismo, clarificador y de alguna manera herramienta para el discernimiento. Ella misma dice con mucha frecuencia que no tiene un entendimiento hábil. Y está claro que el ejercicio de escribir muchas veces ordena el pensamiento. No creo que ella buscara esa finalidad o tuviera esa motivación, lo que sugiero es que, sin pretenderlo, la escritura también ejercía esa función en ella. A la vez que va describiendo para otros su experiencia, este ejercicio se convierte para ella en posibilidad de análisis de sus propias mociones. Teresa de Jesús es una mujer lúcida.
A la luz también de la experiencia de Ignacio podemos decir que discernir es, en un primer momento, un aclararse con el sentir, es decir, con los afectos. Teresa tiene una especial frescura para narrar todo lo que le pasa. Y en su texto se aprecia bien – daría para un estudio detallado – cómo actúan en ella los pensamientos y también los afectos.
A este pensar y sentir aplica el criterio de permanencia, de estabilidad y de eternidad. Será verdad aquello que dura siempre, siempre, siempre. Este criterio va a ir ordenando sus afectos, por ejemplo con relación a sus relaciones personales, capítulo de su vida que requirió por su parte una especial atención y discernimiento. (cfr. Vida 37,4.6.)
Teresa va a aprender poco a poco a orientar su libertad. La libertad de espíritu se constituye en una de las más claras señales de crecimiento espiritual, de consolación, ahora sí en el sentido ignaciano de la palabra. La consolación es la clave hermenéutica del discernimiento ignaciano y se constituye en la expresión más clara de que la persona está viviendo la experiencia del amor de Dios en su vida. Con frecuencia aparece en el texto teresiano el binomio alegría-libertad de espíritu, lo cual nos habla de una alegría interior que la persona experimenta al mismo tiempo que va experimentando la liberación en su propia historia.
Finalmente, para concluir, diremos que en Teresa no encontramos una maestra de discernimiento en el sentido de que nos ofrezca un método concreto, con una serie de reglas  que pretendan sistematizar el proceso. Ahora bien, desde su propia  vida, sí que podemos considerarla como tal. Como a ella le gusta decir, todo lo que se atreve a sugerir,  aconsejar, proponer… es fruto de su propia experiencia. Al mismo tiempo, el hecho de que ella haya tenido en varias ocasiones y por bastantes años como confesores a miembros  de la Compañía de Jesús, nos hace presuponer que mucho de la sabiduría del discernimiento de Ignacio ha pasado a ser patrimonio de su  experiencia. Podemos observar que no aparece explicitado en el uso de un lenguaje propiamente ignaciano ni por supuesto por referencia directa a los Ejercicios, pero creo que ha quedado suficientemente mostrado, aunque sea por breves alusiones, que muchos de sus textos tienen “sabor” a meditaciones y reglas concretas que ella aplica de un modo magistral.
Como dije al principio, no pretende ser este un trabajo exhaustivo. No está suficientemente contrastado ni estudiado. Pero quizá la prueba de que el discernimiento tiene mucho que ver con Teresa de Jesús, es que  a mí sí que me ha aportado una perspectiva nueva a la hora de leer este libro, haciéndome reconocer dinámicas de discernimiento, descripciones buenísimas de consolación, de desolación y de elección.
Invito a quienes estéis interesados en este tema que abordéis directamente la lectura de sus textos. La riqueza está en ellos.

Teresa Gil

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