ESTABLEZCAN NUESTRA ANTIGUA CULTURA
ADHIRIÉNDOSE A LA VERDAD Y A LA MORALIDAD
Discurso Divino de Bhagavan
Sri Sathya Sai Baba
con ocasión del Segundo Día
del
Veda Purusha Saptaha Jñana
Yajña como parte de las Celebraciones de Dasara
en el Sai Kulwant Hall,
Prashanti Nilayam el
21-10-2001
“Sólo
el Señor es la Verdad del Universo.
La
verdad es Aquella que reside por siempre en el loto (Sarasvati)
El
esfuerzo constante por el bienestar de los demás es el verdadero esfuerzo.
No hay meta más grande que la Verdad.”
No hay meta más grande que la Verdad.”
(Versos en
sánscrito)
¡Encarnaciones
del Amor!
La verdad es la
riqueza del Señor Ishvara. Él es la base
de toda la afluencia y la prosperidad.
No hay nada superior a la verdad en este mundo. Hasta el Señor de la Muerte teme entrar al
lugar donde la moralidad y la integridad reinan supremas. No hay poder más grande que la verdad. La verdad es todopoderosa y está latente en
cada ser humano. ”La verdad es el
espíritu en todos los seres” (“Satyam Sarvabhutantaratma”). La Verdad es Dios. ¿Dónde está la verdad? Está aquí, allá y en todas partes. No hay lugar en el mundo donde la verdad no
exista, La verdad es la fuente de toda
prosperidad. El hombre está sometido a
penurias y dificultades porque él ha olvidado este divino principio de la
verdad. ¿Cuál es la razón por la
agitación y los disturbios que prevalecen en el mundo de hoy? La razón es que el hombre ha olvidado la
verdad. La Verdad y la moralidad son
como gemelas. Ayer yo les enseñé la
importancia de la moralidad (nîti).
Es la moralidad la que les otorga su reputación (khyâti). Además la moralidad y la integridad (nijyati)
son los alientos vitales de la raza humana.
La santidad de la vida humana está en la adherencia a estos dos
principios. Una verdadera raza humana es
la que se adhiere a la moralidad.
¡Pongan atención a esta verdad, oh, valerosos hijos de Bharat!
El deber
primordial de un hombre es experimentar la manifestación de la divinidad en la
forma de la verdad. Sólo una persona
así es un verdadero ser humano. “No hay
dharma más grande que la adherencia a la verdad”. El Emperador Manú le enseñó al mundo este
principio de la verdad de varias maneras.
Él dijo, “No hay camino más grande que la adherencia a la verdad”.
La
creación emerge de la verdad y se funde en la verdad.
¿Hay
algún lugar donde no exista la verdad?
Visualicen
esta pura e inmaculada verdad.
(Poema en telugú)
El hombre moderno
ha olvidado totalmente la verdad que es la forma misma de lo divino. El que ha olvidado la verdad (satya)
no puede alcanzar la inmortalidad (nitya tvam) ni la divinidad (Daiva
tvam). De modo que no descuiden
nunca la verdad. Con el fin de impartir
esta enseñanza eterna es que Dios encarna en forma humana. En tiempos antiguos, los reyes gobernaban
sobre sus reinos adhiriéndose estrictamente al camino de la verdad. El Rey Harishchandra consideraba la verdad
como su aliento vital mismo. Se dedicó a
la causa de la verdad tan totalmente que él abandonó su reino y hasta tuvo que
vender a su esposa e hijo en el proceso.
Él consideraba la verdad como su reino.
Él tenía la opinión de que el que carecía de verdad no era digno de ser
llamado rey.
La verdad no
puede alcanzarse por medios mundanos. El
hombre moderno ansía cosas mundanas y físicas y olvida la verdad en el proceso.
Hiranyaksha, Hiranyakashipu, Ravana, Kumbhakarna, Duryodhana, Dussasana eran
todos poderosos, pero se arruinaron porque desecharon la verdad. Eran altamente inteligentes y educados, pero
lo perdieron todo porque no sostenían la moralidad y la integridad. El hombre no debe anhelar posesiones mundanas
porque son transitorias. Sin embargo, la
verdad está siempre con ustedes y les protege.
Es inmutable y firme. Sólo la
verdad puede conferirles plenitud y prosperidad, comodidades y
conveniencias. No deben perseguir
locamente los placeres mundanos y efímeros.
El deber primordial
del hombre es proteger y propagar estos dos principios de moralidad e
integridad. Hoy en día el hombre
está dejando a un lado la verdad y la rectitud para seguir placeres
momentáneos. La rectitud está donde está la verdad. Son como amigas inseparables. Ya que alcanzó este sagrado nacimiento como
ser humano, el hombre debe
resolver promover la verdad, la rectitud, la moralidad y la integridad. El que carece de verdad no puede defender la moralidad ni la integridad.
¡Encarnaciones del Amor!
Los jóvenes de hoy deben estar
preparados a sacrificar hasta sus vidas por la moralidad y la integridad. Si uno olvida la verdad, uno lo pierde todo en la vida. Deben salvaguardar la verdad. Después de abandonar su reino, el Rey
Harishchandra estaba caminando por la ribera del Ganges con su esposa
Chandramati. Se estaba preguntando cómo
hacerle cruzar el río a su esposa.
Entonces, Chandramati le infundió coraje, diciendo, “Nos hemos dedicado
a la verdad, estamos andando por el camino de la verdad, si abandonamos la
verdad, ciertamente no ahogaremos. Sin
embargo, si nos adherimos estrictamente a la verdad, seremos protegidos. Así que no tenemos por qué temer, la verdad
nos hará cruzar el río”. Como ambos se
adherían a la verdad y la rectitud bajo toda circunstancia, aún hoy la gente
recuerda al Rey Harishchandra como Satya Harishchandra. Nunca debe uno incumplir una promesa. Este es el significado de la verdad en el
sentido mundano.
Cuando el Emperador Bali prometió dar
tres pasos de terreno a Vamana, su preceptor Sukracharya trató de disuadirlo de
mantener su palabra. Le advirtió que
Vamana no era una persona ordinaria, sino el Señor Narayana mismo. Le previno que no otorgara la petición de
Vamana. El Emperador Bali se sonrió y le
preguntó, “¿Es correcto que un rey reniegue de su promesa?” Y después dijo, “Uno debe sostener la verdad
bajo toda circunstancia para redimirse.
De modo que nunca dejaré la verdad a un lado”. No estaba dispuesto a desviarse del camino de
la verdad aun si significaba desobedecer al mandato de su gurú. Él sentía que no había mayor pecado que
renegar de una promesa. Entre los
Pandavas, Dharmaraja era la verdad personificada. En ningún momento transgredió el camino de la
verdad. Cuando su esposa Draupadi estaba
siendo humillada por el malvado Duryodhana en la corte real, él tranquilizó a
sus hermanos diciendo que tenían que someterse a los Kauravas puesto que habían
perdido el juego de dados. Bajo esas
circunstancias, no era apropiado que un rey le dejara curso libre a la ira, la
codicia, la malicia o el odio, añadió.
Entonces Draupadi le dijo, “Dharmaraja, es la sagrada cualidad de la
verdad en ti que me ha ayudado a retener mi paz y compostura bajo estas penosas
circunstancias. De otra forma, no puedo
imaginar lo que habría sido mi destino.
Ese principio de la verdad nos salvaguardará a todos nosotros. Fue ciertamente un error de nuestra parte el
haber aceptado el juego de dados con los malvados Kauravas, a sabiendas de sus
malas intenciones. Hemos hecho algo que
los reyes no son supuestos hacer y estamos pagando el precio por ello”. En esos días, las mujeres eran pías y de
corazón noble y eran ellas las que hacían que sus esposos anduvieran por el
camino correcto. Es debido a tales
hombres y mujeres de virtud que Bharat ha estado difundiendo la luz de la
verdad al resto del mundo desde tiempos antiguos.
Cuando Aswatthama, quien mató a los
hijos de los Pandavas durante su sueño, fue capturado y traído ante Draupadi
por Arjona, ¿cuál fue su reacción?
Cualquier mujer ordinaria le habría espetado una sarta de abusos, pero
Draupadi era una mujer de compasión y tolerancia. Ella cayó a los pies de Aswatthama y dijo,
“A los pies de tu padre, Dronacharya, mis esposos han
aprendido todo lo que saben. Siendo tú hijo de Dronacharya, ¿fue correcto
que tú mataras a mis hijos? ¿Cómo tuviste el corazón de matarlos a ellos,
niños sin armas, jóvenes, durmiendo
tranquilamente,
sin rencor en contra de ti y que no planeaban
hacerte ningún daño?”
(Poema
en telugú)
Al oír a Draupadi tratando de razonar
así con Aswatthama, el poderoso Bhima explotó de ira. Él sentía que Draupadi era demasiado
bondadosa con Aswatthama y dijo que una persona tan malvada no debía ser
perdonada. Él quería romperle el cráneo
a Aswatthama con sus poderosos puños.
Draupadi lo calmó con sus palabras de sabiduría. Ella dijo que era pecado matar a Aswatthama
quien era el único hijo de su preceptor.
Además, como ella misma ya estaba afligida después de perder a sus
hijos, ella no quería causar esa misma aflicción a otra madre matándole el
hijo. Pero Arjuna hizo voto de matar a Aswatthama. Draupadi le dijo,
“¡Oh
Partha! No es correcto matar a una persona
que está asustada o
que ha perdido el valor, que está dormida o borracha,
que busca refugio o es mujer. No debes matar a Aswatthama, pues él
que ha perdido el valor, que está dormida o borracha,
que busca refugio o es mujer. No debes matar a Aswatthama, pues él
es el hijo de tu preceptor.
(Poema en telugú)
Es debido a mujeres de tal virtud y
castidad que nuestro país Bharat ha estado en condición de sostener la verdad y
la rectitud hasta este día. Aún hoy en
día, no hay escasez de mujeres así de nobles en el mundo.
Todos los logros mundanos son sólo
temporales. Sólo la verdad es
eterna. Por lo tanto, instalen la verdad
en sus corazones y dediquen sus vidas a fomentar la verdad.
“Hasta el Rey Harishchandra, que
siguió estrictamente el camino de la verdad, tuvo que dejar este mundo
finalmente dejando su vasto reino y riquezas.
El Emperador Nala, quien reinaba sobre un vasto reino no pudo llevarse
con él nada cuando murió. ¿Se llevó el
Rey Mandhata, quien adornó el Krita Yuga, alguna riqueza con él cuando dejó la
tierra? Ni siquiera el Señor Rama, quien
construyó el puente a través del océano, puede ser visto sobre la tierra hoy en
día. Muchos reyes han reinado sobre la
tierra, pero ninguno de ellos pudo llevarse siquiera un puñado de polvo con
ellos. ¡Oh, Nobles hijos! ¿Piensan ustedes que pueden llevarse el reino
y sus riquezas sobre sus cabezas cuando dejen el mundo?”
(Poema en telugú)
En el pasado
muchos reyes mandaban sobre muchos reinos, pero ¿pudo alguno de ellos llevarse
siquiera una naya paisa (céntimo de rupia) en el momento de dejar este
mundo? No. Sólo la verdad los seguirá cuando dejen este mundo. La verdad no puede ser ocultada ni sometida a
cambio. La verdad brilla eternamente,
pero el hombre está olvidando este principio eterno por el uso de placeres
efímeros. Habiendo sido bendecido con un
nacimiento humano y provisto del divino principio del Atma, el hombre
está actuando en contra de su naturaleza divina. Esto no es lo que se espera del hombre. La meta principal del hombre es practicar y propagar el principio de la
verdad. Ese fue el ideal que
pusieron nuestros ancestros. De igual
forma, los hombres y mujeres de hoy deben resolver sostener nuestra antigua cultura adhiriéndose a la
verdad y promoviendo la moralidad y la integridad.
Antes de predicar
la verdad uno debe practicarla. Suceda
lo que suceda, uno debe tener el valor y la convicción de andar por el camino
de la verdad. Hasta a costa de la
comida, del vestido y del abrigo, hasta a costa de la propia vida, uno debe
estar dispuesto a practicar la verdad y la rectitud y a revivir la antigua
cultura de Bharat. El Señor Krishna
declaró en el Gita, (4:7)
“Yadâ Yadâ Hi Dharmasya Glanir
Bhavati Bhârata Abhyutthanam
Adharmasya, Tadatmânam Shrijamy aham”
“Cuando quiera y dondequiera que
decline la práctica de la rectitud
y, ¡o descendiente de Barata! y aumente la
irreligión, en ese entonces
encarno para el establecimiento de la
rectitud.”
El Bhagavad Gita comienza con el verso, (1:1)
“Dharmakshetre Kurukshetre
Samaveta Yuyutsvaha
Mamaka Pandavas chaiva Kim Akurvata
Sanjaya”.
En este
verso el rey ciego Dhritarashtra le pregunta a Sanjaya qué están haciendo los
Kauravas y los Pandavas en el campo de batalla de Kurukshetra. ¿No es una necedad de su parte hacer tal
pregunta? Habiendo entrado al campo de
batalla, ¿qué otra cosa podía uno hacer que librar una batalla? ¿Podría uno disfrutar de una fiesta
allí? Dhritarashtra estaba ciego en
todos los respectos. Él consideraba el
reino que le pertenecía a otros como suyo propio. Al final Sanjaya le dice, (18:78)
“Yatra Yogeshvara Krishno Yatra Partho
Dharnu-dharaha
Tatra Shrir Vijayo bhutir Druva Nîtir
Matir Mama”
“¡Es mi opinión
que dondequiera que se reúnan Krishna, el Señor del Yoga
y Arjuna, el
poderoso arquero, allí está la riqueza, la victoria, inmenso poder
y moralidad!”
La primera palabra en el primer verso
del Gita es dharma y la última en el último verso es mama. Juntos se vuelven mamadharma (el
propio dharma de uno). El deber primordial del hombre
es proteger al dharma.
Esta es la esencia
del Gita. Sólo cuando defiendan
el dharma se volverá su mente firme.
Nuestros antiguos textos están
repletos de muchos ideales.
Desafortunadamente los estudiantes modernos no les ponen atención. Adquieren varios grados, pero no logran
comprender estos ideales. Por esto a
menudo yo les digo a los maestros que conduzcan clases de moralidad con los
estudiantes y les enseñen los principios de la moralidad y de la importancia de
nuestra antigua cultura. En tiempos
antiguos los niños eran iniciados a la educación con el sagrado mantra de cinco
sílabas “Om Namah Shivaya” y el de ocho sílabas “Om Namo Narayanaya”. Debido a esa educación ideal, los
estudiantes eran ciudadanos ideales. Hoy
en día la educación de los niños empiezan con rimas como “Ding dong bell,
pussy is in the well...” y “Ba ba black sheep...” ¡Es debido a esta educación carente de
sentido que los estudiantes se están volviendo ovejas negras! Su aprendizaje debería comenzar con el
Nombre de Dios en sus labios.
¡Estudiantes!
Tengo altas expectativas de que
ustedes se van a esforzar mucho para revivir y revitalizar su antigua y sagrada cultura. No espero ni una naya paisa de ustedes. Mi único deseo es restablecer nuestra antigua cultura por medio de
ustedes. Tienen la capacidad y
son las personas apropiadas para ello. La cultura no es algo que puede
ser adquirido; debe
manifestarse desde adentro. La
cultura india no significa sólo emular los ideales descritos en las grandes
epopeyas, del Ramayana y el Mahabharata.
La verdadera
cultura está en abandonar las malas cualidades y los malos hábitos y en cultivar
buenos hábitos y buen carácter.
He aquí un
pequeño ejemplo. Los campesinos separan
el grano de la paja y remueven la cáscara del grano. El arroz así obtenido es hervido y cocinado
antes de que uno pueda comerlo. Esa refinación es lo que se llama
cultura. Tomen otro ejemplo. Han traído una tela de dos metros, pero no la
llevan tal como está. Se la dan a un
sastre que hace de ella una hermosa camisa.
Todo este proceso de cortar y coser una tela en una camisa es un proceso
cultural. Es esencial en cada aspecto de
la vida. La gente tiene nociones acerca
del término cultura. Piensan que es algo
arcaico y anticuado. Es tonto pensar
esto. El proceso que destruye las tendencias animales, promueve
la humanidad y los hace divinos, es la verdadera cultura. Ustedes nacen como seres humanos. ¿Qué es lo
que han logrado cuando mueren como seres humanos? ¿De qué uso les ha sido su educación? Deben elevarse al nivel de la divinidad antes de dejar este cuerpo. Deben poner su educación a buen uso y lograr
una buena reputación. Su educación tendrá fruición sólo cuando la usen para beneficio
de la sociedad.
“A pesar de su educación e
inteligencia, un hombre necio no conocerá
su verdadero ser y una
persona de mente malvada no abandonará sus
malvadas cualidades. La educación moderna lleva sólo a
argumentación,
no a la sabiduría
total. ¿De qué sirve adquirir una
educación mundana si no los puede llevar a la inmortalidad? Adquieran el conocimiento que los hará inmortales.” (Poema en telugú)
Esa es la verdadera
educación. La educación moderna sólo promueve
conocimiento libresco. Los estudiantes
llenan sus cabezas de conocimiento libresco y las vacían en el salón de examen. Es mejor no tener esa clase de educación en
absoluto. Yo estoy observando muy de
cerca a los estudiantes de ahora. En el
momento de los exámenes, se quedan despiertos de noche y aprenden las cosas de
memoria. Derraman lo que pueden recordar
en la hoja de examen y salen del salón de examen con la cabeza vacía y sintiéndose
grandemente aliviados. No podrían
contestar las mismas preguntas al día siguiente. Esa es la condición de la educación
moderna. ¿De qué sirve adquirir sólo
conocimiento libresco, que no es otra cosa sino conocimiento superficial? Deben volverse expertos en conocimientos prácticos que serán los únicos
que les ayudarán en su vida diaria.
Desde tiempos antiguos, la cultura de Bharat ha propagado ideales
sagrados. La gente de otros países
pueden burlarse de los Bharatiyas, diciendo que es una tontería de su parte el
adorar piedras, árboles, la tierra, las serpientes, los perros, las vacas,
etc. Deben darles a tales personas la respuesta adecuada,
“Querido amigo, lo que
estamos haciendo no se debe a tontería, sino que hay una noble intención detrás
de nuestros actos. No queremos limitar el principio del
amor que nos ha dado Dios a sólo los seres humanos. Nuestra intención es compartirlo con los
pájaros y los animales también. Nuestras
vidas encuentran plenitud sólo cuando compartimos nuestro amor con todos”. Experimentarán una indecible felicidad cuando amen a todos los seres.
Podrían alegar
que es peligroso alimentar a una serpiente con leche ya que podría hacerles
daño olvidando el bien que le han hecho.
Pero si cuidan a una serpiente con todo su corazón, nunca les causará
daño. Deben tener esa fe firme. Los antiguos rishis pasaban sus vidas en
densas selvas entre animales salvajes sin ningún sentimiento de temor. ¿Cuál
era la razón? No tenían la más mínima
traza de odio en ellos. En consecuencia,
hasta los animales salvajes eran amables con ellos. “Así como sean sus sentimientos, así será el
resultado” (Yad Bhavam Tad Bhavati).
Los animales
reciprocarán sus sentimientos más íntimos.
Los rishis no
llevaban armas. Sólo tenían un japamala,
un rosario. Sin embargo, el arma del
divino nombre estaba siempre con ellos.
Pero hoy en día, uno no puede ni siquiera estar seguro de su propia
seguridad aun llevando una pistola, un fusil, etc. No necesitan llevar ninguna otra arma que el
arma del divino nombre. Si tienen el
arma del divino nombre con ustedes, ninguna persona malvada puede acercárseles,
ninguna serpiente venenosa podrá hacerle daño.
Ellos solían ofrecer granos alimenticios a los pájaros y harina de arroz
a las hormigas.
Antes se usaba
harina de arroz para los adornos rangoli delante de las casas. El objeto principal de esto era alimentar a
las hormigas. Sin comprender el
propósito detrás de esto, la gente hoy usa polvo de alumbre para los
rangolis. Los antiguos bharatiyas tenían
la firme fe de que la divinidad está presente en todos los seres desde la
hormiga hasta Brahma. Por esto Thyagaraja cantó, “Oh Rama, tu
estás presente en la hormiga así como en Brahma. Tú estás presente en Shiva y también en
Keshava.” La divinidad permea a todos los seres desde una
hormiga hasta un león y desde un pájaro hasta un ser iluminado. De modo que deben compartir su amor con todos. Esa es la enseñanza de la cultura
bharatiya. Deben comprender esta verdad
y compartir este conocimiento con sus amigos.
Esta es la mayor ayuda que puedan darles.
No les estoy
pidiendo que den dinero y oro en caridad a otros. Es suficiente si comparten sus nobles
cualidades con ellos. Esa es la señal de
verdadera sabiduría. “La percepción del Uno sin
segundo es conocimiento supremo” (Advaita Darshanam Jñânam). Dios les ha otorgado amor a ustedes. No lo usen para sus propósitos egoístas. Compártanlo con todos. Esto se llama amor expansivo. Pero hoy encontramos sólo amor contractivo,
que es igual a la muerte. Cultiven
amplitud de mente. Ayuden siempre, No
dañen nunca.
El Rey
Harishchandra santificó su vida practicando y propagando la verdad. Él no podía regresar a su reino y tampoco a
su esposa e hijo debido a su inquebrantable adherencia a la verdad. El sabio Vishvamitra quien era responsable de
todas las vicisitudes que Harishchandra tuvo que soportar, él mismo le pidió su
perdón. Él le explicó a Harishchandra que
él sólo lo había sometido a una prueba y que él la había pasado. Estaba dispuesto a otorgarle a Harishchandra
lo que él le pidiera. Harishchandra dijo
que él no necesitaba nada ya que su sólo propósito en la vida era sostener la
verdad. Deseo que nuestros estudiantes
emulen los ideales de Harishchandra y logren un buen nombre.
¡Estudiantes!
Pueden adquirir varios grados,
cumplir con sus trabajos o ir al exterior, pero no se vuelvan nunca duros de
corazón. Hoy en día la gente se ha
vuelto dura de corazón hasta el punto que desobedecen el mandato de Dios. ¿De qué sirve llevar una vida así? Deben hacer sus corazones tan blandos como la
mantequilla (venna en telugú). Sólo entonces serán sus vidas
frescas y apacibles como la luz de la luna (vennela en telugú).
¡Encarnaciones del Amor!
Ayer y hoy, les
hablé a ustedes de la importancia de la moralidad y de la integridad. Mañana les explicaré en detalle acerca de la
humanidad, de la condición de ser humano.
Pueden no estar conscientes de ello, pero la vida humana es altamente
sagrada. Sólo por qué Dios les ha dado
ojos, oídos, lengua, etcétera, no deben usarlos como les plazca. Deben siempre decir la verdad, escuchar cosas
sagradas y tratar de visualizar a la Divinidad.
Mañana les explicaré cómo hacer el uso apropiado de los cinco sentidos.
(Bhagavan concluyó su discurso con el Bhajan “Prema
Mudita Manase Kaho...”)
Traducción;
Arlette Meyer
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